Rolls-Royce no ha fabricado (todavía) el que será su primer coche eléctrico (Silent Shadow), pero sí ha dado forma al vehículo eléctrico que, por ahora, es el más rápido del mundo. Surca los cielos impulsado por un motor de 540 CV con el que ha superado los 540 km/h: así es Spirit of Innovation, el avión eléctrico más rápido del mundo construido por Rolls-Royce.
Como sabéis, los inicios de Rolls-Royce estuvieron relacionados con el mundo de la aviación, una relación que se mantiene hoy en día a través de su compañía aeronáutica: Rolls-Royce PLC. La encargada de dar forma a sus exclusivos coches es Rolls-Royce Cars. Es la primera quien forma parte del Proyecto Accelerating the Electrification of Flight (ACCEL) con el que pretende convertirse neutra en carbono en 2050.
Una iniciativa en la que también están involucrados Electroflight (una start-up de aviación) y YASA, el fabricante de controladores y motores eléctricos. Juntos han concebido el ‘Spirit of Innovation’: un avión eléctrico que ya ha batido dos récords mundiales.
El Spirit of Innovation
Es la versión eléctrica del Nemesis NXT y su forma recuerda a los cazas de los años cuarenta. Está impulsado por un tren motriz compuesto por tres motores posicionados axialmente: juntos desarrollan una potencia de 400 kW, unos 540 CV que mueven la hélice a 2.200 RPM. ¿De dónde extrae la energía? Del paquete de baterías con mayor densidad de energía que se ha instalado en un avión.
El Spirit of Innovation tiene tres paquetes de baterías que son independientes para que, en caso de que uno o dos bloques falles, la nave siga teniendo energía. Cuenta con un total de 6480 celdas con un voltaje total de 750 V. Estas celdas están separadas por capas de corcho portugués y su tamaño es un poco más grande del que tienen las pilas AA. Según Rolls-Royce, podría proporcionar energía a 7.500 teléfonos, alimentar a 250 hogares o volar desde Londres a París con una sola carga.
La batería de este avión eléctrico está, además, protegida por una carcasa de fibra de carbono tan resistente que han fijado el motor en ella. El sistema de refrigeración, por su parte, está compuesto por tuberías por las que circula agua y glicol.
Dos récords mundiales
Hechas las presentaciones, vamos a lo que más llama la atención del Spirit of Innovation: sus dos récords mundiales. En septiembre de 2021 hizo su primer vuelo de pruebas: quince minutos surcando el cielo de Reino Unido. Dos meses después se convertía en el avión eléctrico más rápido.
Spirit of Innovation está en la categoría C-1c y en el Grupo 6. Ambas marcas recibieron el visto bueno de la Fédération Aéronautique Internationale (FAI), la organización que certifica los récords aeronáuticos y astronáuticos nivel global.
El primer récord lo obtuvo cuando alcanzó una velocidad de 532,1 km/h en un recorrido de 15 kilómetros. La maniobra fue llevada a cabo por Steve Jones en Boscombe Down, un espacio destinado a probar los aviones experimentales del gobierno del Reino Unido. El segundo logro consistió en llegar a 555,9 km/h en un tramo de tres kilómetros con Phill O’Dell a los mandos del Spirit of Innovation.
El futuro del avión eléctrico más rápido del mundo
Hay quien cree que Rolls-Royce podría usar el Spirit of Innovation como taxi aéreo, pero parece que la compañía británica tiene planes más ambiciosos: podría trasladar esta tecnología a aeronaves mayores destinadas al transporte de pasajeros.
Eso es lo que se persigue con ‘Jet Zero’, un proyecto cuyo objetivo pasa por desarrollar vuelos transatlánticos con cero emisiones y en el que están involucrados tanto los gobiernos como la propia industria de la aviación. Cabe recordar que sólo ella produce alrededor del 2,5 % de todas las emisiones de dióxido de carbono (CO2) y Rolls-Royce podría tener una solución efectiva para volar de una forma más limpia.