La semana pasada Rolls-Royce nos deleitaba con el reportaje fotográfico de su nuevo Dawn Silver Bullet, una versión especial que encarna, según la propia marca, el espíritu de los roadsters clásicos de la firma unido al máximo lujo, sofisticación y confort característicos de todos sus modelos, y del que solo se fabricarán 50 unidades. Aunque dicho de otro modo, es la respuesta del Grupo BMW al Bentley Bacalar.
5,28 metros de longitud para un cabrio biplaza
Rolls-Royce ha sucumbido a la moda de las carrocerías speedster con su Dawn Silver Bullet, el cual ha pasado de contar con dos plazas traseras a añadir sendas jorobas aerodinámicas, las cuales le aportan un toque estéticamente más deportivo y se convierten en una de sus señas de identidad, para así dar lugar a un descapotable biplaza de 5,28 metros de longitud y más de 2,6 toneladas de peso con el que disfrutar de la conducción a cielo abierto a ritmos rápidos, pero sin pretensiones deportivas. No obstante, esas jorobas que están acabadas en titanio no son más que una tapa tras la que ocultar las plazas traseras y mejorar la aerodinámica, recibiendo este sistema el nombre de Aero Cowling.
La edición especial, además de incorporar las mencionadas jorobas, cuenta con una pintura en color gris metalizada específica en contraste con los diferentes elementos en negro de su carrocería, como los marcos de las ópticas, parrilla o el adorno horizontal sobre la matrícula, que tradicionalmente suelen tener un acabado cromado, además de las propias llantas. En el interior nos encontramos con una tapicería de cuero color marrón anaranjado junto a una serie inserciones inserciones de fibra de carbono en combinación con detalles de aluminio.
El broche final lo ponen una serie de inscripciones «SILVER BULLET» en el umbral de las puertas junto a la numeración de la unidad, y entre las dos jorobas de cara al exterior, reservando la parte interna de esa pequeña placa para grabar la silueta de la carrocería de este Rolls tan especial.
V12 de 571 CV para mover 2,6 toneladas de peso
Como es de esperar, la mecánica empleada está a la altura del Dawn gracias a su propulsor V12 de 6,6 litros de cilindrada que genera una potencia de 571 CV acompañados de un par máximo de 780 Nm, cifras que logran conseguir un 0 a 100 km/h para este descapotable de 2,6 toneladas en unos muy respetables 4,9 segundos, y es que con este modelo no se ha buscado conseguir las mejores prestaciones, sino la más lujosa experiencia de conducción a cielo abierto, completándose el conjunto con la ya conocida y excelente transmisión automática ZF de 8 relaciones por convertidor de par.
Como comentábamos al principio, estas 50 unidades son la respuesta de Rolls-Royce al Bentley Bacalar, el cual cuenta con el sello de Mulliner y del que solo se fabricarán 12 unidades a un precio superior a los 1,7 millones de euros, contado este último con un enfoque algo más deportivo haciendo gala a la tradición en competición de Bentley.