Rolls-Royce es una marca que acostumbra a crear automóviles de lujo extremo a medida. No hablamos de modelos existentes con un alto grado de personalización, sino de coches imaginados prácticamente desde cero, es decir, partiendo de una hoja en blanco. Tras joyas como el Sweptail (2018) o el Boat Tail (2021), la última creación exclusiva de la marca británica ha sido bautizada como Droptail y sólo se construirán un total de cuatro unidades para clientes tan peculiares y extravagantes como pudientes.
Desarrollado por la división Coachbuild del fabricante, especializada en productos “a la carta”, este turismo descapotable con 5,3 metros de largo y 2 de ancho se caracteriza por contar con una plataforma original, un propulsor de gasolina V12 6.8 que entrega un máximo de 600 CV de potencia, un juego de llantas de 22 pulgadas, un gran alerón trasero, dos plazas, dos puertas “suicidas” y un diseño más moderno y atrevido de a los que acostumbra esta firma con la mayoría de sus modelos, muchísimo más clásicos.
Sin embargo, lo más llamativo de esta obra de arte sobre ruedas es su precio, tanto que ha batido el récord del coche nuevo más caro del planeta a lo largo de toda la historia de la industria automovilística, un título que ya ostentaba la empresa de Chichester. Durante su presentación en California (Estados Unidos), se ha aproximado un coste unitario de 30 millones de dólares, es decir, unos 27,6 millones de euros al cambio de divisa actual. Rolls ingresará, por lo tanto, unos 110 por los cuatro ejemplares que hará.
La Rose Noire: el primer Droptail que ve la luz en Pebble Beach está inspirado en una flor
La primera unidad de este descapotable con techo rígido se ha mostrado en Pebble Beach durante el Monterey Car Week, uno de los eventos del motor más célebres de Norteamérica. Se llama La Rose Noire, “la rosa negra” en castellano, por estar inspirado en esa flor (Black Baccara). En realidad, se trata de un rojo oscuro que puede parecer todavía más apagado en función de la incidencia de la luz. Su pintura, metalizada, única y técnicamente compleja, cuyo nombre comercial es True Love Red, imita ese efecto.
Tratándose de un verdadero capricho para multimillonarios aficionados a los coches y más concretamente a los de Rolls-Royce, este vehículo dispone de una arquitectura que mezcla metales de distintas aleaciones con fibra de carbono. También tiene un extenso y delicado trabajo de carpintería y tapicería en el interior. Por ejemplo, el salpicadero envolvente, que esconde un carísimo reloj de muñeca, queda constituido por 1.603 piezas de arce negro francés cortadas, lijadas, pintadas y colocadas a mano.
