Los motores térmicos no están tan cerca de su final como nos han hecho creer, y es que más allá del transporte particular, aún quedan muchos años de propulsores de combustión interna para todo tipo de aplicaciones. Y la última demostración de este hecho la tenemos en Rolls-Royce, quien acaba de presentar un verdadero monstruo de 10 cilindros que se alimenta únicamente de diésel para desarrollar hasta 1.496 CV de potencia.
Corazón Rolls-Royce para un uso militar
Si bien la Rolls-Royce que tenemos siempre en la cabeza es una firma que se dedica a la fabricación de coches de lujo, y que de hecho está volcada con la electrificación como bien demuestra su último modelo Spectre, en realidad la firma inglesa tiene presencia en muchos otros ámbitos industriales.
Es el caso por ejemplo de Rolls-Royce Holdings PLC, un fabricante totalmente independiente de la firma de coches de lujo propiedad de BMW, por lo que sus aplicaciones se centran en el ámbito de la aviación, el transporte marítimo, vehículos militares, etc.
Y es precisamente en este último sector donde se ha producido el último lanzamiento de Rolls, pues se trata de un nuevo motor V10 híbrido, un propulsor de la familia MTU Series 199 desarrollado por Rolls-Royce Power Systems para convertirse en su nuevo buque insignia. Esta mecánica, que también está disponible en versiones de 6 y 8 cilindros, sube un nuevo peldaño en tanto a rendimiento para conseguir generar la friolera de 1.496 CV de potencia máxima. Eso sí, de cara a una próxima evolución en la que ya se está trabajando, se habla que podrá alcanzar los 1.632 CV.
Este grupo motopropulsor puede combinarse con multitud de elementos auxiliares como pueden ser bombas hidráulicas, compresores de aire, generadores eléctricos, etc. Y es que el objetivo de este nuevo propulsor es convertirse en el corazón de vehículos militares como pueden ser tanques cuya masa oscile entre las 50 y 70 toneladas.
La configuración híbrida empleada en este motor persigue diferentes objetivos. Por un lado está la mejora en tanto a consumo y emisiones, pero también debemos tener en cuenta las ventajas que aporta este diseño en tanto al suministro de energía eléctrica y la capacidad para desplazarse en absoluto silencio, algo que puede resultar crucial durante maniobras en situaciones de combate.