Pocos símbolos hay tan emblemáticos y reconocibles en la industria del automóvil como el «Espíritu del éxtasis» de Rolls-Royce. Pero tras 111 años de historia sin apenas variaciones, Rolls-Royce ha decidido rediseñar su legendario símbolo para adaptarlo a las necesidades del coche eléctrico. Sí, ni siquiera la mítica escultura de Rolls escapa a las necesidades que impone el coche eléctrico, necesidades que hablan de una mejor aerodinámica, y por lo tanto de una mayor eficiencia y autonomía. Dicho esto, descubramos en qué cambia el emblema de Rolls-Royce y ya de paso la peculiar historia que hay detrás.
La Rolls-Royce original, la que fue fundada por Charles Stewart Rolls y Henry Royce, no comenzó con el espíritu del éxtasis como emblema. En realidad, en los inicios, todo tipo de figuras y motivos adornaban las primeras unidades como parte de una moda de por aquel entonces, respondiendo así a las caprichos y excentricidades de sus clientes. No fue hasta 1911 cuando el «Espiritu del éxtasis» es registrado a nombre de Rolls-Royce, comenzando un año antes su concepción como petición del gerente Claude Goodman Johnson (1864-1926) al escultor, también amigo, Charles Robinson Sykes (1875-1950). Johnson se enamoró de la «Victoria de Samotracia» expuesta en el museo del Louvre, pidiendo a Sykes que crease un escultura inspirada en esta creación como nuevo emblema de Rolls-Royce, usando a su vez la imagen de la escultura del «Susurro» creada para el barón Montagu de Beaulieu (1866-1929) y su Rolls-Royce Silver Ghost.
De este modo, el «Espíritu del éxtasis», que en realidad nació como «Espíritu de la velocidad», cobró vida para convertirse en el emblema de la marca, si bien fue opcional hasta 1939 debido a que Henry Royce jamás terminó de ver el uso de esculturas de esta índole sobre sus coches. A lo largo de estos 111 años de historia, el fabricante británico ha realizado un total de nueve modificaciones sin alterar su diseño original, tan solo su tamaño, destacando únicamente la modificación disponible de 1934 a 1959 donde los clientes podían solicitar una posición arrodillada para el emblema, muy común en los Rolls de la realeza. De este modo, llegamos a 2022 para descubrir la décima evolución de esta escultura, aunque ahora sí que econtramos cambios importantes en el diseño, en el tamaño y en las proporciones.
En pos de conseguir la máxima eficiencia en el nuevo Rolls-Royce Spectre, el que será el primer coche eléctrico a baterías de la marca, Rolls ha decidido rediseñar su característico emblema para formar parte de un conjunto de soluciones que permiten conseguir un coeficiente aerodinámico Cx de 0,26. Un Ghost, sin ir más lejos, se queda en 0,33. Este rediseño del «Espíritu del éxtasis» ahora mide 82,73 mm de altura frente a los 100,01 mm de su antecesor, se ha modificado la postura, flexionando más el cuerpo y colocando una pierna delante de la otra, culminando con un rediseño de las «alas» para reducir la resistencia al paso del aire. Y aquí aprovecho para aclarar un erro común al contemplar este símbolo, y es que en realidad esta diosa alada no exhibe alas, sino el vuelo de una túnica sujetada con los brazos frente al viento.