Los conductores más exigentes y, sobre todo, más adinerados deseaban el coche más cómodo que su dinero pudiera comprar: para ellos nació Rolls-Royce y el Rolls-Royce Phantom. Y aunque parece complicado mejorar uno de los mejores vehículos del mundo, la marca británica lo ha conseguido con un nuevo nivel de equipamiento superior (Phantom Platinum) y con una ligera actualización de la octava generación (Phantom Serie II). Sí, Rolls-Royce ha conseguido llevar el Rolls-Royce Phantom a otro nivel.
Retoques exteriores
Las actualizaciones que llegan para el Rolls-Royce Phantom son sutiles, pero visibles. El diseño de la parrilla da la bienvenida a un marco oscuro que conecta con las luces LED de marcha diurna y siguiendo las últimas tendencias es, ahora, retroiluminada como ocurre en el Rolls-Royce Ghost. Estas modificaciones tiene una consecuencia: el Espíritu del Éxtasis tiene ahora más notoriedad.
Rolls-Royce Phantom
Los faros también estrenan un nuevo patrón interior que aporta un aspecto más brillante contrastando, así, con los cromados más oscuros de la propia parrilla o de los marcos del parabrisas y las ventanillas. En el perfil nos cruzamos con una de las novedades que más llama la atención: las llantas de aleación con aspecto retro que recuerdan a las de los años veinte y que están disponibles opcionalmente en acero inoxidable pulido o en negro lacado.
Más tecnología
La sutileza continúa en el interior, donde las mejoras son leves: el Rolls-Royce Phantom estrena un volante ligeramente más grueso y una nueva tapicería de tela para la fila trasera, que se fabricada en Italia con fibras de bambú. La marca británica juega, también, con nuevas molduras interiores y con materiales tradicionales (cerámica impresa en 3D, madera y cuero) para el resto de revestimientos.
Donde sí da un paso al frente el Rolls-Royce Phantom Series II es en el apartado tecnológico ya que estrena el Rolls-Royce Connected, un nuevo sistema de infoentretenimiento que, a través de la aplicación Whispers de la marca, integra una herramienta de navegación que permite enviar destinos directamente al coche. Muestra, al mismo tiempo, la ubicación, el estado del vehículo y permite conectarlo con un distribuidor local para resolver cualquier problema de mantenimiento.
Rolls-Royce ha tenido muy presentes las opiniones de sus exclusivos clientes que les pidieron no hacer cambios demasiado relevantes en el Phantom. Razón por la que el eje central se mantiene intacto. A pesar de las actualizaciones y del nuevo equipamiento, el Rolls-Royce Phantom sigue estando impulsado por un V12 biturbo de 6.75 litros que desarrolla 571 CV de potencia y tiene 900 Nm de par máximo.