Mientras que en la cadena de montaje de un gran fabricante generalista pueden llegar a salir coches a un ritmo de 2.800-2.900 coches por hora, en Rolls-Royce se toman las cosas con más calma. La fabricación artesanal y los altísimos estándares de calidad de la marca británica necesitan su tiempo y durante todo 2018 vendieron 4.107 coches. Quizá no parezca mucho, pero ha supuesto un récord sin precedentes en la larga historia de Rolls-Royce.
Concretamente 115 años durante los cuales en ninguno de ellos vendieron tantos coches como el pasado 2018. Un total de 4.107 coches vendidos entre los que el Phantom ha sido el protagonista. El buque insignia de la marca estrenó nueva generación, la octava, y le ha valido para convertirse en el modelo cuyas ventas crecen más respecto al año anterior.
Rolls-Royce Phantom
Rolls-Royce señala que todas las regiones a nivel global (está presente en unos 50 países) han cerrado en positivo. América sigue siendo su primer mercado, gracias principalmente a Estados Unidos, en donde Rolls-Royce tiene un auténtico filón. En España, sin embargo, la ausencia de concesionario oficial (Rolls-Royce ha anunciado ya la apertura de uno en Barcelona) hizo que sólo se matriculase un Rolls-Royce Wraith (menos aún que el año anterior, que se matricularon tres).
El año de récord de ventas ha sido también año récord en pedidos Bespoke, el programa de personalización más exquisito de la marca. Con este programa, Rolls-Royce confecciona los coches a medida hasta un extremo que sólo está delimitado por la técnica y lo que el cliente esté dispuesto a pagar (que, llegados a este punto, suele ser cualquier cantidad).
Es esperable que las poco más de cuatro mil unidades vendidas (que significan poco más de una decena de coches fabricados al día) sigan en aumento cuando el SUV de la marca, el Rolls-Royce Cullinan, despegue con su producción. Según Rolls-Royce, de momento el Cullinan tiene reservas hasta la segunda mitad de 2019.
Para dar abasto a la creciente demanda, Rolls contrató el año pasado a 200 trabajadores, conformando así una plantilla que ha superado las 2.000 personas por primera vez desde que abrió la planta de Goodwood en 2003.
Fuente: Rolls-Royce