El primer coche eléctrico fabricado por Rolls-Royce es, según la marca, un notable éxito comercial. Motivo por el cual en Goodwood han decidido ir un paso más allá en términos de lujo, exclusividad y prestaciones estrenando la primera variante Black Badge del Spectre. Con todos ustedes el Rolls-Royce más potente que jamás se fabricado.
Aunque Rolls-Royce nunca ha sido un fabricante que se caracterice por presumir de las prestaciones de sus coches, aunque las tengan, el fabricante inglés acaba de establecer un hito en su historia al presentar el coche más potente que jamás ha construido.
Se trata del nuevo Rolls-Royce Spectre Black Badge, una variante de corte «deportivo» que pone en el mercado la visión más prestacional y exclusiva del primer modelo eléctrico de Rolls-Royce.
Para hacerla realidad y haciendo gala de la habitual sutileza que emplea la marca sobre todo sus coches, el Spectre Black Badge estrena una nueva revisión del sistema de propulsión 100% eléctrico que permite ahora presumir de 659 CV de potencia máxima y 1.075 Nm de par motor máximo. A título comparativo, el Spectre convencional presume de 585 CV y 900 Nm.
Esta mejora en el rendimiento del esquema de propulsión permite al Spectre Black Badge firmar un 0-96 Km/h de 4,1 segundos. La velocidad máxima no ha sido comunicada, al igual que la autonomía, pero parece lógico pensar en una velocidad punta autolimitada de 250 Km/h y un alcance en el entorno de los 500 Km gracias al uso de una enorme batería de 102 kWh.
Junto a la mejora del tren de propulsión, Rolls-Royce señala que también se ha revisado la dirección, los frenos, las suspensiones y los controles electrónicos para garantizar una experiencia de conducción más dinámica. No hablamos de un talante tan deportivo como el que pueda ofrecer Bentley en sus versiones Speed, pero sí supone una mejora en el comportamiento y el carácter que se aleja de la típica sensación alfombra voladora que imprime Rolls en sus coches.
Una curiosidad a tener en cuenta en el Spectre Black Badge es la presencia del Spirited Mode. Este modo, que no deja de ser una función Launch Control, permite al conductor disfrutar de las máximas prestaciones del vehículo. Para activarlo, es necesario tener el coche detenido, presionar al mismo tiempo freno y acelerador durante unos segundos para, tras la correspondiente indicación por parte del vehículo, soltar el freno y así poder experimentar la máxima aceleración disponible.
