Los últimos días de Saab fueron tiempos muy revueltos. La marca no generaba beneficios y tras su bancarrota, General Motors se desprendió del fabricante sueco de coches, dejándolo a su suerte en tiempos económicos revueltos. Tras dos años de idas y venidas, Saab echaba el cierre definitivamente a finales de 2011. El último coche lanzado por la marca fue la segunda generación del Saab 9-5, un coche que tuve la oportunidad de poder probar a principios de 2011. Ahora, sale a la venta uno de estos últimos 9-5. Un Saab 9-5 único, quizá más exclusivo que los Saab 9-5 de carrocería SportCombi familiar.
Aparentemente, se trata de un Saab 9-5 con un acabado deportivo y un paquete Aero interior, que presume de unos preciosos asientos de cuero muy envolventes. El coche tiene un motor diésel y 81.811 kilómetros en el odómetro. ¿Por qué tiene un precio de 32.999 euros cuando su valor debería ser como mucho de unos 12.000 euros? El motivo está bajo su capó. Los Saab 9-5 se vendieron únicamente con motores diésel de cuatro cilindros, alcanzando un máximo de 190 CV en las versiones 2.0 TTiD con doble turbo. Este Saab 9-5 lleva un motor diésel de seis cilindros bajo el capó. Sí, lo has leído bien.
Bajo el capó se puede comprobar claramente que es un motor V6, incluso la tapa de plástico del motor lo confirma. El Saab 9-5 nunca se vendió oficialmente con un motor diésel de seis cilindros, aunque sí se sabía que la marca estaba planeando la introducción de un motor así en su buque insignia. Al parecer, el desarrollo de este motor se había llevado a cabo aún bajo los auspicios de General Motors, y habría sido encargado al especialista italiano VM Motori. Esta empresa ha desarrollado, sin ir más lejos, los motores turbodiésel de seis cilindros usados actualmente por el Grupo FCA.
Los rumores apuntan a que General Motors estaba buscando un diésel potente por aquél entonces, que habría sido usado también en coches como los Opel Insignia OPC – con los que el Saab 9-5 comparte muchos elementos técnicos y mecánicos – y en los Cadillac SRX europeos. Tras su quiebra, General Motors habría abandonado su costoso desarrollo, y todo apunta a que Saab recogió su testigo, embarcándose una vez más en un proyecto de dudosa rentabilidad. Sea como fuere, este motor tendría una cilindrada cercana a los tres litros, con una potencia estimada en unos 250 CV, acompañada de unos 550 Nm de par motor máximo. Su cambio es automático, entendemos que de convertidor de par.
El coche en cuestión está matriculado en los Países Bajos y fue manufacturado en 2010. No se tiene constancia de cómo lo adquirió su primer propietario, ni cómo logró matricularlo. Ni siquiera sabemos qué ocurrió con el resto de motores diésel de seis cilindros. Lo que está claro es que estamos ante un unicornio, una unidad absolutamente única que posiblemente fue un prototipo o un coche de pre-serie. Teniendo en cuenta que las 27 unidades de los Saab 9-5 SportCombi cambian de manos por precios que superan los 60.000 euros, este Saab 9-5 único nos parece prácticamente un chollo. Uno de los «últimos de Trollhättan».
Fuente: autoforum.cz