Saab dejó oficialmente de existir en 2016. NEVS, la empresa que compró los activos restantes de su liquidación, ha optado por no usar su denominación comercial de cara al futuro, aludiendo a conflictos con su propietario. Una verdadera maraña legal, que nos sigue recordando un duro hecho: Saab sigue muerta. Saab no existe desde finales del año 2011, y su último vehículo fue el más exclusivo y escaso jamás creado. Es el Saab 9-5 SportCombi, del que sólamente existen 27 unidades en circulación.
De acuerdo, si nos ponemos técnicos, el Ursaab fue en verdad el coche más escaso de la marca. Sólo cuatro prototipos fueron construidos por Saab, y daría pie al Saab 92, el primer coche de producción de los suecos. Si hablamos de coches de estricta producción, el último Saab 9-5 SportCombi se lleva la palma en cuanto a rareza y exclusividad. Hoy por hoy, es uno de los coches más famosos en la comunidad de Saab, y cuando una unidad se pone a la venta, es noticia. Conozcámoslo un poco más.
El Saab 9-5 SportCombi fue presentado en el Salón de Ginebra de 2011, días antes de que la producción de vehículos se detuviera en Trollhättan. La marca tenía problemas de liquidez y no podía pagar a sus proveedores. Al igual que las berlinas, los Saab 9-5 SportCombi estaban basados en la plataforma global Epsilon de General Motors, pero su desarrollo concluyó fuera del paraguas del gigante de Detroit. La bancarrota de General Motors en 2009 dejó huérfana a Saab, que no pudo sobrevivir por sí misma.
Los SportCombi fueron la última línea de defensa. Pero llegaron cuando la guerra ya estaba perdida. 2011 fue un año dramático para Saab. El barco se hundía, mientras diversos rumores de compra afloraban. El barco terminó por hundirse en diciembre de 2011, cuando la empresa se declaró en quiebra definitiva. La producción de los Saab 9-5 SportCombi quedó ahogada por la falta de liquidez. Como antes afirmaba, sólo se produjeron 35 unidades. Tras la quiebra, fueron subastadas en Suecia por los administradores concursales de Saab.
Se conoce el paradero de 27 unidades actualmente. Existe una web dedicada al Saab 9-5 SportCombi, un registro en el que se detalla el dueño y ubicación de las unidades existentes. De dichos 35 vehículos, 18 fueron prototipos de pre-serie construidos en las instalaciones de desarrollo de Saab, en Friggeboa. Algunas unidades fueron adquiridas por poco más de 16.000 euros, una auténtica ganga. El resto de unidades habrían sido fabricadas en la línea de producción de Trolhättan, con diversas motorizaciones y acabados.
La mayor parte de unidades se encuentran en Alemania y Escandinavia, pero alguna unidad ha recaído en Holanda y otros países. La compra de estos vehículos fue una verdadera ruleta rusa por parte de sus propietarios. Los propietarios de vehículos de pre-serie han tardado años en conseguir sus permisos de circulación, debiendo enfrentarse a largos y burocráticos procesos de homologación unitaria. Por suerte, empleaban mecánicas y chasis ya producidos en masa: son coches sin apenas defectos de nacimiento.
Con todo, están verdaderamente satisfechos con sus vehículos. Son fans acérrimos de la marca, se reúnen en frecuentes ocasiones y comentan entre sí sus experiencias con el SportCombi. Son una gran familia, en definitiva. El último acontecimiento de la familia ha sido la puesta a la venta del Saab 9-5 SportCombi número 10, el mismo que fue usado en las pocas imágenes promocionales existentes de este familiar. Es un 2.0 TTiD – un 2.0 turbodiésel de 190 CV con doble turbo – Aero con tracción integral XWD y acabado Aero.
Fotografíado por el gran Eirik Aadde (si no le seguís en Instagram, hacedlo), estuvo a la venta por el equivalente a más de 90.000 euros. Hoy por hoy, es legal para circular en Noruega, pero debería poder ser homologable en el resto de Europa. Saab esperaba que el lanzamiento del 9-5 SportCombi cambiase su suerte. La marca creía que el lanzamiento del familiar doblaría las ventas del Saab 9-5, especialmente en Europa. También planeaban exportarlo a Estados Unidos. Sólo 11.280 Saab 9-5 NG fueron producidos en sus dos únicos años de producción.
En 2011 tuve el honor de poder probar un Saab 9-5 NG. Aunque tenga cierta conexión emocional con la marca, me pareció un gran coche. Un avión de carretera, enorme, muy cómodo y con esos detalles Saab de inspiración aeronáutica que siempre me conquistaron. Era un simple 2.0 turbodiésel de 160 CV, que destacaba por unos consumos correctos y un carácter rutero. Otros motores disponibles en la gama 9-5 de última generación fueron los 1.6T de 180 CV, 2.0T de 220 CV y 2.8 V6 Turbo de 300 CV, además de un diésel con doble turbo y 190 CV.
Con respecto a la berlina poco cambiaba en el SportCombi. Su tamaño era idéntico y su diseño similar, pero con una zaga muy bien resuelta, tanto estética como aerodinámicamente. El maletero crecía hasta los 527 litros, y equipaba soluciones inteligentes para el reparto de la carga, como rejas móviles y diversos anclajes. Este familiar ya es un clásico, y estoy seguro que su valor no hará más que ascender durante los próximos años. Un pedacito de historia de Saab que hemos querido recordar desde Diariomotor.
Más información: 9-5 SportCombi Registry