En el sector industrial es fácil ver cómo todo está conectado, dependiendo de proveedores y suministradores para crear una cadena desde la materia prima hasta el producto final. Por tanto, cuando un gran fabricante como es el Grupo Volkswagen tiene problemas, crea un seísmo a nivel industrial que más pronto que tarde iba a afectar a otros suministradores. Y ese momento ya se está produciendo.
Schaeffler anuncia el cierre de dos fábricas en Europa
La empresa Schaeffler ha confirmado que cerrará dos de sus fábricas en Europa, sin especificar cuáles, a causa de los problemas que le ocasionan los problemas de Volkswagen (que a su vez podría verse obligada a cerrar hasta tres plantas en Alemania). Esto supondría un recorte de 4.700 trabajadores. 1.000 de esos puestos de empleo se convertirían en desplazamientos, suavizando el impacto de esta medida (Automotive News Europe).
Aún así, estos 3.700 despidos suponen el recorte del 3,1% de la plantilla total de Schaeffler, puesto que tras fusionarse con Vitesco su plantilla total es de 120.000 trabajadores. Una fusión relevante dado que adquirió a la especialista en componentes para coches híbridos por 3,6 millones de €, pero que viene seguida de un plan de eficiencia con el que planean ahorrar unos 290 millones de € cada año de aquí a 2029.
Aunque en principio ninguna de estas dos plantas que se cerrarán será en Alemania, sí que han advertido que 2.800 puestos de trabajo desaparecerán a causa de este plan de eficiencia en Alemania, aplicándose a diez fábricas diferentes. Esto está muy relacionado con el Grupo Volkswagen teniendo en cuenta que es su principal cliente – de hecho, incluso colaboraron juntos en la Fórmula E cuando Audi Sport compitió en la Fórmula E, la estructura que en la actualidad es ABT Cupra.
«La decisión viene como respuesta al complicado entorno del mercado, la creciente intensidad de la competencia global y los actuales procesos de transformación que afectan a la industria de suministros del automóvil», afirman desde un comunicado. Unas declaraciones que también ponen en relieve, entre otros factores, los efectos secundarios de la fuerte competencia procedente de China.
Los suministradores se ven también afectados en estas complicaciones de la industria en Europa
Schaeffler no es la única empresa suministradora que está en una situación complicada en Alemania. Ya hemos dado a conocer en meses anteriores los casos de Recaro Automotive, BBS (otra vez) o Fanatec, todas ellas en proceso de bancarrota en cuestión de semanas. ZF, aunque a menor dimensión que Volkswagen, también ha visto a sus empleados protestando en manifestaciones.
ZF también ha reducido sus expectativas el pasado mes de septiembre y tiene previsto recortar hasta 14.000 puestos de trabajo de aquí a 2028 (lo que ha provocado las mencionadas protestas) mientras que Bosch ya afirmó que no van a llegar a sus objetivos financieros mientras que Continental plantea desprenderse de su rama de piezas de coches aftermarket. En el caso de Schaeffler, en su informe del tercer cuatrimestre se refleja unas ganancias antes de impuestos de 187 millones de €, una caída del 45%, así como un margen operativo de entre el 5 al 8%.