Toyota se ha distinguido en los últimos años por sus coches híbridos, cómodos, con bajo consumo y etiqueta ECO, y con ellos ha llegado a posicionarse cómodamente como la marca más vendida en España. Pero si nos olvidamos de sus híbridos, y apuntamos a una porción pequeña, pero no menos importante de su gama, nos encontramos con algunos de los mejores todoterreno y, sobre todo, con deportivos que bien podrían definirse como coches de culto.
Un compacto deportivo con motor bóxer y tracción trasera
Como buen amante de los automóviles, la velocidad, y las carreras, Akio «Morizo» Toyoda impulsó la última oleada de coches pasionales de Toyota que, curiosamente, comenzó alrededor de un motor bóxer de Subaru. Nacía así en 2012 el Toyota GT 86, comercializado como Subaru BRZ en Norteamérica y, por supuesto, como Subaru BRZ, en un proyecto en el que tanto Subaru, como Toyota, pusieron lo mejor de su experiencia para crear un deportivo de culto de tracción trasera.
En aquel momento Toyota se planteó que esta excelente base, la de un deportivo de tracción trasera y motor bóxer atmosférico, podría dar lugar a otro tipo de coches no menos divertidos y atractivos.
Un GT-86 shooting brake que se guardó en un cajón
En el centro de diseño y desarrollo de Toyota en California, el CALTY Design Research, trabajaron para crear un prototipo que salía recientemente a la luz, una década después, y del que ya os hablaba mi compañero Sergio en diciembre, el Scion X86D Concept. Toyota trabajó con la idea de crear un deportivo compacto, entre el compacto de cinco puertas al uso, y el shooting brake, que en vez de emplear una carrocería coupé como la del GT-86 apostaría por una carrocería de cinco puertas, de formas caprichosas, y prácticamente imposibles.
El CALTY Design Research de Toyota en California revelaba recientemente estas imágenes que nos presentan ese deportivo que pudo ser, y no fue, y que hubiera aportado una visión algo más práctica, a la par que exótica, del Toyota GT-86, con la misma base de tracción trasera y motor bóxer de cuatro cilindros atmosférico.
Y es que Toyota finalmente no daría luz verde a este proyecto, que quedaría más bien como un – bello – ejercicio de diseño, que acabaría guardado en un cajón, para permanecer escondido hasta ahora.