Se llama POIMO y aparece en el panorama de la movilidad urbana con el claro objetivo de cubrir esas distancias que hay entre el transporte público y nuestro destino. Acompáñame a ver de dónde sale este invento.
POIMO, un patinete eléctrico con asiento que cabe en una mochila
Estamos ante un dispositivo de movilidad personal ligero (5,8kg) que ofrece la versatilidad de poder guardarlo con nosotros cuando no lo necesitamos, además de un extra de seguridad del que hablaremos más adelante.
Se trata de un proyecto de investigación conjunto entre la empresa japonesa Mercari R4D y los laboratorios Kawahara y Niiyama de la Universidad de Tokio. Veamos qué han logrado y qué pretenden con ello.
El funcionamiento de la moto hinchable
Como puedes ver en las imágenes y el vídeo más abajo, usar esta moto eléctrica es tan sencillo como sacarla de la mochila, inflarla y ponerse a rodar.
El cuerpo inflable está hecho de de poliuretano termoplástico, el mismo material resistente que se usa en los colchones de aire. A él se acoplan las ruedas delanteras, las traseras, la batería, el motor y el manillar. De hecho, según dice la startup, han desarrollado un sistema de alimentación aparte para un mejor manejo del elemento hinchable.
El diseño se puede adaptar y personalizar a la anatomía y peso de cada usuario, que puede desempaquetar, inflar y ponerse a rodar con su POIMO en menos de 5 minutos. Un tiempo quizá algo elevado todavía.
El objetivo, algunas pegas y posible futuro de la moto eléctrica POIMO
Aún no sabemos si se llegará a comercializar como tal, pero el objetivo es presentar una nueva forma en que las personas se puedan desplazar por la ciudad (especialmente centros neurálgicos). Al mismo tiempo quieren ofrecer un extra de seguridad gracias a su principal y más llamativa característica, la de ser hinchable.
Cuántas veces ha pasado alguien demasiado cerca con un patinete eléctrico, por no hablar de los accidentes que se han causado desde que se comenzaron a popularizar. El hecho de que el cuerpo de la moto sea inflable permite que en caso de colisión con un viandante, los daños contra este sean mucho menores. Es blandito y más ligero que un patinete al uso, pero también puede ser su gran debilidad.
No hablo solo del riesgo a pinchazo. De hecho, por lo que dicen sus creadores, el material es más que resistente. Lo que no mencionan es que tal vez conlleve un mantenimiento mayor, pero si es tan barato como prometen, no habría problema en sustituir el cuerpo hinchable de la moto. De hecho tienen prototipos que son motos más elaboradas e incluso sillones. Ser hinchable puede ser una debilidad precisamente por la impresión de fragilidad que puede dar al usuario, pero eso es algo de lo que debe encargarse el marketing.