El Grupo Volkswagen es el segundo mayor fabricante del mundo, sólo Toyota consigue posicionarse por delante del gigante alemán, pero lo hace poniendo una importante ventaja de por medio en cuanto a volumen de producción. Se trata de dos consorcios que están presentes en prácticamente todos los países del mundo, pero el europeo acusa de una muy baja cuota de ventas en Estados Unidos, un vasto mercado en el que todavía queda mucho por repartir y donde Toyota es una de las pocas marcas extranjeras que consigue hacer frente, y de manera exitosa, a las americanas.
En esta diferencia reside uno de los motivos de la vuelta al panorama automovilístico de una difunta marca que antaño llegó a ser muy popular al otro lado del charco: Scout. El Grupo Volkswagen la ha relanzado como una marca de todoterrenos 100 % eléctrica que, en primera instancia, ha presentado un SUV y una pick-up conceptuales de gran tamaño cuyo diseño ha recordado, innegablemente, a los de los Rivian R1S y R1T. Puede que Rivian haya pasado por el aro dado el acuerdo de colaboración que ambas empresas tienen en vigor.
Con esta nueva firma, el Grupo Volkwagen aspira a ganar cuota de mercado con productos que hasta ahora no tenía y que los americanos valora, todoterrenos y pick-up de grandes dimensiones, y lo hacen además con una marca que tiene estrechos lazos con este público por su valor emocional, algo similar a lo que ha conseguido aquí Luca de Meo con el lanzamiento del nuevo Renault 5.
De momento Scout tan sólo va a comercializar sus coches en Estados Unidos, que es un mercado que vive marcado en estos últimos tiempos por los márgenes de beneficio que buscan tener las concesiones de cada marca al vender según qué coches, especialmente los más demandados y que menor disponibilidad tienen, camuflados a la hora de elevarles el precio como «ajuste de mercado» o simplemente «mark-ups«.
En pos de evitar esto, el Grupo Volkswagen ha copiado una idea que, no siendo nueva, Tesla se ha encargado de volver a poner en valor: la venta directa del fabricante al cliente, sin concesionarios de por medio, algo que ha permitido a la firma de Elon Musk no sólo afrontar una etapa crítica para el mercado como fue (y sigue siendo) la crisis generada por el COVID-19, sino que también está demostrando tener una mayor libertad y capacidad de improvisación a la hora de actuar gracias a que no depende de empresas que están articuladas de manera externa a su propia estructura.
Con esto no sólo se garantiza que el producto llegará a su precio recomendado al consumidor final, que no pagará un sobreprecio con respecto a su valor real, sino que también el fabricante, por su lado, se asegura que no habrá más impedimentos que los habituales en el desempeño comercial de sus coches, algo especialmente crítico cuando se trata de coches eléctricos.
La marca, que ya acepta reservas previo pago de 10o dólares, tiene previsto que la oferta de los Traveller y Terra, arranque en la cota de los 60.000 dólares, y tomando control desde el principio de su comercialización evitará que los concesionarios eleven este precio de partida de sus coches.
La decisión del Grupo Volkswagen con esta manera de comercializar Scout, como era de esperar, no ha sentado bien en las redes de distribución del consorcio al otro lado del charco. Charlie Hall, presidente del Consejo Consultivo Nacional de Concesionarios de Volkswagen y presidente de Hall Imports en Brookfield, Wisconsin, ha expresado a Automotive News que no ha sido hasta la presentación forma de los Traveller y Terra cuando se ha comunicado al público esta manera de comercialización, sin previo aviso a las concesiones y sus representantes.
En España Tesla tiene la misma manera de proceder que al otro lado del charco, donde primero empezó a vender sus coches, mientras que otras marcas de nueva creación, como Polestar, abogan por un modelo similar.
Aun así, y aunque parece que la manera de vender coches se irá diversificando a lo largo del tiempo, lo habitual seguirá siendo tener que acudir una concesión tradicional para adquirir un nuevo turismo. La creciente oferta de coches chinos y sus fabricantes han seguido este camino, asociándose con las redes de distrubución más potentes del panorama nacional, certificando que, al menos en España, esta fórmula va a seguir presente durante mucho tiempo.