Que el sector automovilístico español no atraviesa su mejor momento por la falta de coches en stock, la subida de precios y el proceso de electrificación, es algo que ya no es ninguna sorpresa, pero lo que sí lo es encontrar que los españoles están comprando más coches viejos que nunca, concretamente aquellos con 10 años o más. Este hecho es toda una ironía para un mercado como el español, un mercado que necesita urgentemente rejuvenecer y hacer más eficiente su parque móvil, pero que se está dando de bruces con la triste realidad, y es que no hay clientes que puedan costear ese proceso.
La situación que afecta al sector automovilístico español, aunque también al internacional, podemos catalogarla sin reparos como una tormenta perfecta. Las consecuencias de la COVID-19 siguen aún presentes en forma de rotura de stocks, problemas logísticos e incapacidad para normalizar los procesos productivos. Este escenario se ha visto además acompañado de una crisis económica, energética y política, dando así lugar a un marco nada propicio para hablar de normalidad.
Si a esto añadimos la necesidad de los fabricantes de coches de electrificar todos sus modelos para rebajar emisiones, pero elevando al mismo tiempo la rentabilidad de cada vehículo, lo que descubrimos es una industria que fabrica muchos menos coches, pero con un precio de compra cada vez más elevado.
Desde el punto de vista del comprador, los problemas principales derivados de esta situación a la hora de comprar coche nuevo, están en la escasa oferta de vehículos, en el sensible encarecimiento que están experimentado todos los modelos y en las enormes listas de espera que se están ofreciendo (meses e incluso más de 1 año en algunos casos). Así, todos los compradores que necesitaban un coche con relativa urgencia pusieron sus ojos en el mercado de segunda mano, provocando así un subida de la demanda en el inicio, pero al mismo tiempo desencadenando una burbuja donde la práctica totalidad del mercado de usados se ha revalorizado de forma desmedida.
De este modo llegamos a la última consecuencia. La venta de coches de más 10 años o más se ha disparado, alcanzando el 62% de las ventas de los usados durante el pasado mes de abril. Este dato refleja una clara tendencia positiva en las ventas de este tipo de coches de segunda mano en lo que va de año, sumándose al no menos importante hecho de que durante el primer trimestre de 2022, en España se vendieron más coches de 15 años o más, que nuevos. Es tal el volumen de ventas que se está registrando que, entre enero y marzo de 2022 se vendieron 273.531 unidades de coches con 10 años o más, frente a los 164.399 coches nuevos matriculados.
Fuente: Ganvam | AutoNews | Ancove
