Los SUV son el segmento de moda, y si se cumplen las previsiones, uno de cada dos coches vendidos en España en 2018 habrán sido todocaminos o crossover. Antaño eran coches muy diferentes a un turismo, menos seguros, menos ágiles y mucho más gastones. Hoy por hoy la mayor parte de los SUV siquiera tienen tracción total, y venden una imagen más aguerrida como principal diferenciación ante los turismos. La realidad es que a día de hoy, van casi tan bien como un turismo, gastando poco más combustible. ¿Pero sigue siendo mejor compra un SUV que un familiar compacto? ¿Es realmente superior el SEAT Ateca al SEAT León ST?
Hace unos días os hablamos de cinco razones de peso para comprar un familiar antes que un SUV, pero lo cierto es que los SUV siguen teniendo grandes argumentos de peso para convencer a los clientes. Argumentos como una posición de conducción más elevada o una mejor accesibilidad a las plazas traseras. Exteriormente, el SEAT Ateca mide 4,36 metros, casi 20 centímetros menos que la versión familiar del SEAT León, que mide 4,55 metros. Las menores dimensiones del SEAT Ateca hacen que sea más sencillo aparcarlo en ciudad, además de más maniobrable a la hora de callejear o moverse por el parking de un centro comercial.
SEAT León ST
La batalla de ambos coches es idéntica, y ambos están construidos sobre la plataforma modular MQB del Grupo Volkswagen. A nivel de diseño no podemos pronunciarnos de forma objetiva, ya que los gustos son algo muy personal. No obstante, ambos comparten rasgos de diseño, tales como las ópticas con LED diurnos o la calandra. Los códigos de estilo son similares, aunque el SEAT Ateca juega la carta del off-road, con pasos de rueda enmarcados en plástico, símiles de protecciones off-road y una suspensión elevada. Es definitivamente un coche menos sobrio que el León, muy sensato y racional… incluso modoso.
En cuanto al habitáculo, de nuevo encontramos grandes similitudes entre el familiar y el SUV. La forma del salpicadero, los materiales empleados y la ergonomía general son prácticamente idénticos. Y esto es algo positivo, ya que ambos coches se encuentran entre lo mejor del segmento generalista a nivel de calidades y ajustes. Ambos llevan el mismo sistema de infoentretenimiento y equipan las mismas soluciones prácticas. Ahora bien, la posición de conducción del SEAT León ST es mucho más baja que la del SEAT Ateca, que permite un mejor control del tráfico, sin llevarnos tan altos como otros SUV rivales.
La visibilidad trasera no es el punto fuerte de ninguno de los dos coches. Por fortuna, el SEAT Ateca no tiene tan mala visibilidad como otros SUV compactos – me viene a la cabeza la terrible visibilidad trasera del Toyota C-HR, sin ir más lejos. El espacio en las plazas traseras no presenta grandes diferencias entre SEAT León ST y SEAT Ateca, resultando ganador el SUV, cuyo techo a mayor altura contribuye a que el interior parezca más amplio. No nos hemos olvidado de uno de los puntos clave de esta comparativa, el tamaño del maletero – una de las claves, puesto que ambos coches son eminentemente prácticos.
Los dos tienen maleteros de formas perfectamente regulares, pero en el caso del León ST, con una capacidad algo superior: 590 litros de volumen frente a los 510 litros del Ateca. En ambos casos estamos hablando de valores excelentes, muy superiores al de muchos de sus rivales. Especialmente notable es el volumen del Ateca, un coche que mide poco más que un compacto tradicional. Todo esto está muy bien, ¿pero cómo van ambos coches? Para establecer una comparativa equitativa, vamos a tomar como referencia sus acabados Style, con motor 1.6 TDI de cuatro cilindros y 115 CV.
Sobre el papel, el León ST acelera hasta los 100 km/h en 9,9 segundos, 1,6 segundos más rápido que el Ateca, al que también aventaja en velocidad máxima. La homologación de consumos también es más baja en el caso del SEAT León: 4,1 l/100 km frente a 4,5 l/100 km. Aunque el SUV sólo pesa 70 kilos más que el compacto, es mucho menos aerodinámico, y a la hora de la verdad, se nota. Un punto interesante a reseñar es que el León se ofrece con una caja de cambios de cinco relaciones, frente al cambio de seis relaciones del Ateca, también manual en esta breve comparativa teórica.
Ambos coches tienen un excelente comportamiento dinámico y destacan por su equilibrio general, pero el León tiene un punto más deportivo. Es un coche algo más firme, con un paso por curva más ágil que el Ateca, algo que muchos conductores valorarán. Quizá el punto que haga que la balanza se incline por uno u otro coche es el precio. A igualdad de equipamiento y de motorización, el precio de tarifa del León es unos 2.500 euros inferior al del Ateca. En cualquiera de los casos, ambos coches son una compra excelente, y han sido muy bien valorados por el resto del equipo de Diariomotor.
