Ya tenemos fecha para la llegada de la nueva generación de motores semihíbridos o Mild Hybrid al mercado. En 2020 veremos los primeros diésel semhíbridos de segunda generación, una nueva oleada de propulsores que bajo la misma etiqueta ECO ofrecerán una importante mejora en consumos y emisiones. Los 48 voltios han llegado para quedarse y tras no pocas polémicas en su actual diseño, para 2020 sí que prometen prestaciones lo suficientemente buenas como batir a híbridos, GLP y GNC.
Los motores semihíbridos han demostrado ser a día de hoy más un recurso práctico de cara a la legislación que una herramienta útil para rebajar emisiones. Su actual filosofía nunca ha ocultado que sus principales beneficios están en el ahorro de costes que brindan frente a híbridos completos, pero ha sido la legislación la que ha conseguido que los semihíbridos ganen en popularidad gracias a una errónea equiparación a tecnologías más eficientes. Tal es el despropósito de la etiqueta ECO que otorga la DGT que ni siquiera tiene en cuenta cilindrada, consumo o emisiones, lo que ha provocado que cualquier motor con un mínimo grado de hibridación se beneficie de este distintivo medioambiental.
Pero no todo está perdido, las posibilidades de un sistema de propulsión semihíbrido son amplias y por ello ya está lista la segunda generación de esta tecnología. Una importante mejora con la que las instalaciones de 48 voltios cobrarán más protagonismo para asistir más y mejor al motor térmico. Esta nueva generación de semihíbridos llegará tanto a motores diésel como gasolina, pero volverá a ser en los motores alimentados por gasóleo donde ofrecerán su nivel más alto de eficiencia.
Como no podía ser de otra forma, para conseguir la promesa de reducir en un 20% las emisiones de CO2 de un motor de combustión interna, la clave de estos nuevos semihíbridos está en una asistencia eléctrica más protagonista. Así, estos nuevos semihíbridos aprovecharán las instalaciones de 48 voltios para integrar un propulsor/generador eléctrico capaz de desarrollar hasta 30 kW, contando además con más capacidad energética para ofrecer una mayor autonomía eléctrica. De nuevo será en ciudad donde más reducción de consumo y emisiones ofrecerán estos sistemas gracias a la baja velocidad y las paradas frecuentes.
Gracias a esta ganancia de capacidad por parte del sistema de asistencia eléctrica, el motor térmico pasará a un segundo plano en las tareas menos eficientes, lo que será clave para conseguir competir con los motores híbridos gasolina más eficientes. Gracias al menor consumo del motor gasoil apoyado por una asistencia eléctrica mayor, el objetivo de los nuevos motores diésel semihíbridos está en ofrecer un coste por kilómetro muy contenido, tanto como para mejorar el que ofrecen los híbridos y mostrarse muy competitivos con los motores compatibles con GLP y GNC.
No podemos olvidar que entre las alternativas al diésel en tanto a coste por kilómetro, los motores gasolina compatibles con GLP o GNC se han convertido en referencias absolutas, si bien son opciones que se ven lastradas por otros hándicaps como puede ser una oferta de coches y motores reducida o una infraestructura de repostaje escasa (GNC). Así, quemando el último cartucho de los motores a gasoil, los nuevos semihíbridos permitirán alargar la vida de los motores diésel de última generación con un consumo y coste por kilómetro muy reducido.