La industria del automóvil espera, como agua de mayo, la llegada de un plan que comprenda medidas urgentes, como las ayudas a la compra de coches nuevos, y medidas importantes, como un plan a largo plazo que fortalezca a la industria del país. Estos días se está hablando largo y tendido de las ayudas a la compra de coche nuevo. La única certeza en estos momentos es que habrá ayudas, pero no sabemos si se aplicará únicamente a coches eléctricos y «ecológicos», o si se podrán beneficiar de ella el grueso de los coches nuevos que se matriculan en España, independientemente de su tecnología. Esta segunda opción parece ganar fuerza. Ahora bien, si hay ayudas a la compra de coche nuevo, independientemente de su tecnología, el diésel será el gran beneficiado.
Así podrían ser las ayudas a la compra de coche nuevo
Como os decimos, cada vez son más los que reconocen que el Ejecutivo podría estar trabajando en un plan de ayudas que beneficie a la compra de coches nuevos independientemente de su tecnología, incluyendo diésel, gasolina, e híbridos. Esta ha sido una de las peticiones que la industria ha trasladado al Gobierno que, a su vez, aseguraba que atendería «las peticiones del sector» a la hora de elaborar un plan que se presentará «en las próximas semanas», tal y como aseveró la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, en su comparecencia en rueda de prensa tras el consejo de ministros del pasado martes.
Es evidente que si hay ayudas, y esas ayudas son independientes de la tecnología del coche, también existirán condiciones. Condiciones que no deberían ser muy diferentes de las que ya vimos en anteriores planes de ayudas, como el Plan PIVE. Reyes Maroto, ministra de Industria, Comercio y Turismo, añadía el miércoles en su comparecencia en la sesión de control del Congreso que el objetivo era estimular la compra de «vehículos más eficientes».
Y hoy por hoy existen dos elementos clave que pueden definir cuán eficiente es un automóvil, estando además estrechamente relacionados. El primero, el de la clasificación de eficiencia energética del IDAE, que se determina con una letra, A, B, C, D, E, F o G (no confundir con el etiquetado medioambiental). Y el segundo, no menos importante, el de las emisiones de CO2 homologadas, que también es el que marca cuando un automóvil ha de pagar o está exento del Impuesto de Matriculación.
Tras Citroën Berlingo y Peugeot Rifter, en su versión «turismo», el Volkswagen Tiguan es el coche más vendido, con motor diésel, y a particulares, en lo que llevamos de mes de junio.
El diésel puede ser el gran beneficiado de las ayudas
A pesar de que las ventas de coches diésel llevan tiempo en retroceso, con justicia, por un cliente más informado, y injustamente, por la persecución que han sufrido los automóviles de gasóleo en los últimos años, el diésel podría ser el gran beneficiado de las ayudas. Si la clasificación energética del IDAE, o las emisiones de CO2, son un elemento clave para determinar qué coche puede, o no, beneficiarse de las ayudas, los diésel contarán con una ventaja adicional. Los coches híbridos, como los diésel, también serán los que tengan más facilidades para beneficiarse de las ayudas, por gozar de unas emisiones homologadas generalmente más bajas.
Y es que basta echar un vistazo a la base de datos del IDAE para contemplar cómo los diésel y los híbridos homologan, generalmente, por no decir en todos los casos, unas emisiones de CO2 más bajas que un motor de gasolina de potencia equivalente. Y no solo eso, si marcamos un umbral de emisiones de CO2, por ejemplo los 120 g/km de CO2 que implican pagar, o no, Impuesto de Matriculación, comprobaremos cómo existe un abanico más amplio de mecánicas diésel que sí cumplen con este requisito.
Mientras tanto, seguimos a la espera de unas ayudas que, como decíamos, la industria del automóvil lleva tiempo solicitando. Ayudas que, sin lugar a dudas, animarán las ventas de automóviles. Y ayudas que, por supuesto, os detallaremos en cuanto se hagan oficiales, sin olvidarnos por supuesto de todas las condiciones.
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