La reciente reforma de las ITV que entrará en vigor en Mayo de 2018 traerá importantes cambios. Aunque ya te hemos adelantado qué 5 cosas podrán saber de tu coche con la temida prueba de diagnosis, una de la grandes novedades que introducirá la nueva inspección técnica será la necesidad de demostrar quién y cómo se ha reparado nuestro vehículo tras sufrir un rechazo.
La aprobación de la reforma de las ITV tiene como principal objetivo acabar con la manipulación de los vehículos en materia de emisiones y seguridad, algo donde la prueba de diagnosis será fundamental. Pero qué sucede si la ITV detecta un coche que ha sido manipulado. La inspección será desfavorable indicando los fallos encontrados, abriéndose entonces un plazo de un mes de duración para reparar el vehículo y volver a realizar la inspección. Como novedad en esta reforma también se ha introducido la libre elección de estación ITV para pasar la segunda inspección
Pero la segunda inspección no será tan sencilla como hasta ahora. Además de comprobarse si el vehículo ha solucionado los problemas encontrados que causaron el rechazo, la ITV obligará a demostrar quién y cómo se ha realizado la reparación generando así un informe que quedará ligado al historial de nuestro vehículo. El nuevo reglamento recoge dos posibilidades en tanto a la reparación, por un lado la realizada por un profesional que deberá ser acompañada de datos como la razón social del establecimiento, mientras que por otro lado está la figura de la «autorreparación» donde el propietario asume la reparación de los fallos que fueron objeto de rechazo.
Todos los cambios que se están produciendo en materia de inspección técnica y la generación de un historial del vehículo, tendrán como único fin conseguir mayor transparencia en la vida de los vehículos. El énfasis de esta reforma está en evitar el fraude en elementos clave como sistemas anticontaminación, sistemas de seguridad y kilometraje. Recientes casos como la desarticulación de una trama que habría manipulado el kilometraje de al menos 156 coches son un claro ejemplo de los fraudes que se pretenden evitar con un mayor control sobre las reparaciones.
