Para poder disfrutar al máximo de la simulación racing lo más importante es que tu inmersión en el juego sea máxima. Y la vista es el principal estímulo. De cómo veas el mundo virtual dependerá absolutamente tu desempeño al volante.
Desde un simple monitor, pasando por una TV de 40 pulgadas, hasta un set de tres monitores o incluso unas gafas de realidad virtual, cuanto más alta sea la inmersión más vamos a disfrutar de la conducción.
En este aspecto, el FoV (Field of View, Campo de Visión) es un detalle muy importante a tener presente para situarte frente a tu pantalla y para configurar cada simulador. Tu pantalla es tu ventana al mundo virtual, y cuanto más veas, mejor vas a conducir.
Cuanto mayor es tu campo de visión, más se alarga la vista hacia adelante. Ves más cosas a los lados, pero todo se acerca más deprisa, como en un túnel y a mucha velocidad.
En cambio, con un FoV más bajo, ves menos cosas a los lados, pero está todo mucho más cerca, lo que te permite ser más preciso en la conducción.
La configuración más básica para un simulador sería un monitor de escritorio. Pero todo lo que no sea, como mínimo, un monitor de 27 pulgadas, no servirá para tener una mínima calidad.
A partir de ahí, un mayor tamaño del monitor te permitirá ampliar el campo de visión, muy importante para visualizar el entorno, sobre todo cuando rodamos en una pista con más coches.
El siguiente escalón después de un monitor de 27 pulgadas sería pasar a algo de mayor tamaño. No son pocos los simracers que juegan frente a una TV de 40 o más pulgadas. Ultimamente tienen mucho éxito los monitores panorámicos, aunque personalmente creo que no ofrecen toda la amplitud y ángulo de visión que un auténtico simracer necesita para ser competitivo.
La configuración más usada en el simracing es sin duda la de 3 monitores, que nos abre mucho el campo de visión (Fov) de manera que podemos ver a ambos lados del coche. Por eso es muy importante situarnos siempre a una distancia de los monitores y luego configurar nuestro FoV en cada simulador. Casi todos disponen de alguna herramienta para poder optimizar esa configuración.
Con triple monitor pasas de una resolución de 1920×1080, a una de 5760×1080, con lo que vas a necesitar una tarjeta gráfica potente, que pueda mover el simulador sin perder fluidez en los movimientos.
Y por último, para una inmersión total, están las gafas de realidad virtual, sin duda lo mejor de la simulación. En este caso, una vez colocadas las gafas RV, estarás literalmente en el asiento del conductor.
A diferencia de los monitores, donde el entorno 3D se interpreta en una pantalla de dos dimensiones, con las gafas RV estarás dentro de la simulación. Puedes mover y girar la cabeza para mirar hacia cualquier lado, con lo que la inmersión ya es total.
Eso sí, requiere un periodo de adaptación, ya que puede producir algún mareo. Algunas personas no llegan a adaptarse, así que mejor probarlo antes de hacer una inversión tan importante.
En este caso, la tarjeta gráfica, y por supuesto las gafas VR, ya deben ser de alta gama, para poder reproducir sin problemas y con cierta fluidez todo el entorno.
Usar gafas RV tiene algunos pros y contras en función del uso que vayas a hacer del simulador, ya que con las gafas puestas es difícil interactuar con otras pantallas, mandos, o incluso el teclado. Hay carreras online en las que necesitas acceder a otra información de otras pantallas, acceder al teclado, y con las gafas puestas eso es imposible.
Por esa razón la mayoría de pilotos que le dedican horas y horas a la competición usan los 3 monitores, e incluso monitores adicionales en los que mostrar otra información del simulador en una carrera, cómo está funcionando un streaming en directo, o simplemente tener una ventana de chat abierta.