¿Os acordáis de Lee, el coreano que viajó 18.000 km en su scooter de 110 cc para dar dos vueltas a Nürburgring? Pronto lo calificamos como un auténtico héroe. Kah Chuan Hoong es un ciudadano de Singapur al que también tenemos que mencionar en Diariomotor. Al contrario que ciertos millonarios chinos en Ferrari y Maserati, ha preparado su Nissan GT-R cuidadosamente para una larga excursión todoterreno, que le ha llevado desde Singapur hasta el campo base del Everest, a nada menos que 5.380 metros de altitud sobre el nivel del mar.
¿Por qué lo hizo? Simplemente por poder decir que fue el primero en hacerlo. 18 meses ha invertido planificando el viaje meticulosamente, y antes de aventurarse en esta empresa, tuvo que preparar adecuadamente su vehículo. El Nissan GT-R es un gran vehículo en carretera o circuito, pero es completamente inútil fuera del asfalto debido a su escasa altura al suelo. Para solucionar esto, Kah Chuan Hoong acudió a MB Performance en Singapur, que instaló una suspensión modificada que absorbía mejor los baches y aumentaba su altura libre al suelo.
Nissan GT-R
Además, instaló un nuevo paragolpes con el que el ángulo de ataque del coche mejora considerablemente. Los bajos han sido parcialmente carenados, con protecciones. Tras estas modificaciones, el ciudadano de Singapur emprendió un viaje de varios miles de kilómetros, que le llevó a alcanzar el campo base del Everest. A una altura de más de 5.000 metros cualquier motor de combustión interna tiene problemas para respirar adecuadamente, perdiendo una gran parte de su potencia. Aún así, el Nissan GT-R cumplió sin incidentes.
La inducción forzada del motor y su gran potencia original también ayudan. Tras estar en el campo base del Everest – cuya altura ya es desafiante para un humano – Kah Chuan Hoong volverá a emprender un viaje de vuelta, que demorará casi un mes. En su comunicado en Facebook habla de que evitará las carreteras entre Basu y Nyingchi, tomando un desvío por una zona desértica que le terminará llevando a Sichuan, en China. Dice que no merece la pena ser un héroe dos veces y acortar su viaje por una avería mecánica.
En las imágenes que ha publicado en Facebook – puedes acceder a ellas en este enlace – se ve al Nissan GT-R pasando por multitud de carreteras y terrenos para los que no ha sido diseñado, y haciéndolo sin miedo. El vivo ejemplo de lo que muchos dueños de deportivos y clásicos no hacen: disfrutarlos a fondo. Mucha envidia sana.
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