Si alguno de los presentes ha estado soñando durante más de una década con incluir en su garaje particular el Porsche 911 (964) que, con tanto gusto, reinventaba Singer… tenemos malas noticias: no aceptan más pedidos. Al menos de esa generación: la compañía californiana rompe con el 964 para iniciar una nueva relación con el 930.
Han pasado trece años desde que Singer Vehicle Design comenzó a versionar la generación 964 del Porsche 911. Una historia que acaba de escribir su punto final, tal y como Rob Dickinson (su fundador) confirmaba en una entrevista concedida a Top Gear: ya no admiten más pedidos del Classic 911, la denominación que utilizan para referirse al restomod del icónico deportivo alemán en la que Porsche pone el motor y ellos añaden importantes modificaciones que elevan el rendimiento del vehículo a un nivel superior.
La pregunta es inevitable: ¿por qué? El propio Rob Dickinson explicaba que no les faltan unidades del Porsche 911 (964) con las que trabajar. La razón es otra: su producción ha sido limitada a 450 modelos para mantener su halo de exclusividad. Él asegura que han tomado la decisión como muestra de respeto a sus clientes con el objetivo de que sus coches no pierdan valor, sino todo lo contrario.
¿Significa esto el fin del excelso trabajo de Singer? Nada más lejos de la realidad. De hecho, la compañía ya está inmersa en un proyecto aún mayor: “Es hora de probar la turboalimentación, sinónimo de Porsche en muchos sentidos”. Con esta premisa arranca Singer Turbo Study, la nueva línea con la que comenzaran a construir vehículos impulsados por un motor turbo en lugar de por un atmosférico.
Adiós 964, hola 930
Para ello, el punto de partida será el Porsche 911 (930) Turbo, equipado con un motor bóxer biturbo de seis cilindros y 3.8 litros: una configuración con potencial para superar sin mucho problema los 450 CV. Rob Dickinson aseguraba en la misma entrevista que, incluso, habían logrado eliminar el ‘lag’ del turbo original aunque no han descartado añadir cierta demora para ser fieles al modelo y hacerlo más divertido.
Aprovechando la oportunidad, Singer aplicará toda una batería de mejoras como frenos carbocerámicos, un escape más deportivo, ciertos retoques en la puesta a punto así como la modificación de algunos componentes estéticos que, desde su punto de vista, tienen cierto margen.
No está claro, todavía, si Porsche seguirá suministrando los motores. Sea como sea, hay algo seguro: Singer Turbo Study seguirá haciéndonos soñar.
