Singer Vehicle Design no necesita presentación a día de hoy. Este atelier para los amantes de los coches exclusivos no se dedica a modificar coches, se dedica a crear obras de arte tomando como punto de partida los Porsche 911 de la generación 964. Ya nos han impresionado con los increíbles Singer DLS, y en esta ocasión Singer se adentra de lleno en el territorio de los Turbo. El Singer Turbo Study es un homenaje a los primeros Porsche 911 Turbo, los 930. Y como es habitual en la marca, es un auténtico sueño rodante.
Porsche 911
Aunque exteriormente el Singer Turbo Study podría pasar perfectamente por un Porsche 930 Turbo G-Model, en verdad, sigue estando basado en el Porsche 964. Singer emplea esta base por ser el puente perfecto entre los 911 clásicos y los 911 modernos, reteniendo las proporciones de los primeros 911, su carácter analógico y sus motores refrigerados por aire. La primera novedad es que Singer ha turboalimentado el motor de diseño Mezger, empleando dos turbocompresores procedentes del actual Porsche 992 Turbo.
El resultado es una evolución del clásico motor bóxer de 3,8 litros y seis cilindros, con una potencia superior a los 450 CV. Esta potencia puede ser «ajustada» en base a las preferencias del cliente. La potencia se manda a dos o cuatro ruedas a través de un cambio manual de seis relaciones. A nivel de puesta a punto es un coche muy evolucionado con respecto a un temperamental Porsche 930 Turbo. No obstante, Singer afirma que no es un coche rabioso, ya que su tacto es de auténtico GT, de coche que no tiene miedo a largos viajes por carretera.
Exteriormente es un coche que solo tiene en común las puertas con un 964. Todas las demás piezas son de nueva factura, y todas tienen sutiles diferencias con respecto a un Porsche 930. Llantas más grandes estilo Fuchs, una enorme «cola de ballena», pasos de ruedas ensanchados… es un Porsche 911 Turbo, pero todos los cambios lo separan de forma sustancial del 930. Y lo mismo ocurre en el interior, donde se lleva a cabo un homenaje al primer 911 Turbo, no una imitación ni una recreación. El resultado final es estremecedor – en el buen sentido.
Unos asientos esculturales con ajuste eléctrico, un volante de aspecto retro, el tacto analógico de todos los mandos, la completísima instrumentación… y el detalle de una pantalla moderna, muy discreta e integrada en la consola central, para el equipo de infoentretenimiento. Por supuesto, el conductor puede disfrutar de ABS, control de tracción, dirección asistida y climatización moderna. ¿Su precio? Si tienes que preguntar, no es para ti – conociendo a Singer y la calidad de su trabajo, posiblemente se adentrará en las siete cifras.