Es posible que añoremos los años noventa porque en aquella época teníamos muchas menos preocupaciones – hablo por mí mismo aquí – o porque era una época optimista y de bonanza, donde mirar al futuro era esperanzador y maravilloso. Los productos de la industria automovilística reflejan la cultura de los tiempos en que han sido desarrollados y vendidos, y es quizá el motivo por el que la Skoda Felicia Fun es un vehículo tan maravilloso. Una pick-up derivada de un turismo. Divertida, amarilla y con un divertidísimo y fantástico secreto.
La Skoda Felicia Fun es la heredera directa de las Skoda Favorit Pick-up, pequeñas pick-up orientadas al trabajo que Skoda vendió entre los años 1991 y 1995. Estaban derivadas del Skoda Favorit, el último coche que Skoda desarrolló tras el «telón de acero». Eran vehículos de bajo coste, en los que la capacidad de carga y la sencillez mecánica eran los atributos más importantes. En 1994 comenzó a venderse el Skoda Felicia, un profundo lavado de cara del Favorit que ya se beneficiaba a nivel técnico de la compra de Skoda por parte de Volkswagen.
El Skoda Felicia, que rivalizaba con coches como el Renault Clio o el Opel Corsa, se vendió también en versión furgoneta, familiar y en versión pick-up. En 1995, no obstante, llegó la exótica versión llamada Skoda Felicia Fun. El Felicia Fun fue presentado en el Salón de Ginebra del año 1995, y estuvo a la venta durante cinco años, terminando su producción en el año 2000. Sufrió un lavado de cara y solo se fabricaron 4.016 unidades. Es un coche exótico, de ventas más bien escasas, y que estaba abiertamente orientado al mercado de Europa occidental.
No es sencillo definir qué era la Skoda Felicia Fun. Estaba basada en las Felicia Pick-up, pero era un vehículo divertido, orientado al ocio. Su mayor peculiaridad estribaba en la división entre el habitáculo y la zona de carga. La división contaba con una luneta eléctrica y un sistema pivotante, bajo el que se podían desplegar dos asientos adicionales. En cierto modo, una solución muy similar a la del Citroën Mehari, con el extra de poder cerrar el habitáculo. Estos dos asientos adicionales no estaban guarecidos de los elementos, iban «al aire».
Skoda llamaba «party trick» a estos asientos, en línea con su nombre: «fun», que significa divertido. Por tanto, era un vehículo que combinaba en una misma carrocería una pick-up y un descapotable. Su longitud total era de 4,24 metros, y con los asientos traseros desplegados, la longitud de su plataforma de carga pasaba de 1,37 metros a 0,85 metros, pero aun tenía mucho espacio de carga. Skoda elevó la altura libre al suelo del Felicia Fun en 60 mm para que fuese posible atravesar caminos rotos y pistas forestales con ciertas garantías.
Estéticamente, el Skoda Felicia Fun se diferenciaba de otros Felicia pick-up en su arco antivuelco, spoiler trasero y defensa delantera específica, además de un kit de carrocería con los pasos de rueda y llantas pintados del color de la carrocería. Todas las fotos y material oficial solo muestran al Felicia Fun en color amarillo, pero en internet se pueden encontrar fotos de Felicia Fun de otros colores e incluso combinando colores entre carrocería y pasos de ruedas. Oficialmente, eso sí, solo se vendió en color amarillo.
El interior también tenía muchos detalles en amarillo, tanto en el volante – forrado en cuero amarillo – como en el tapizado de los asientos. Las Skoda Felicia Fun se vendieron con tres mecánicas: dos gasolina de cuatro cilindros, de 1,3 y 1,6 litros – con potencias respectivas de 68 CV y 75 CV, y un diésel atmosférico de 1,9 litros y 64 CV. A día de hoy el Skoda Felicia Fun es una auténtica rareza y es complicado encontrar unidades a la venta. Las pocas a la venta en Europa tienen precios que superan los 6.000 euros y son futuros clásicos.