Este Salón de Ginebra nos ha dejado con la perspectiva de cómo plantean su futuro muchas marcas, como es el caso de Skoda. La ausencia del aluvión de novedades, de coches listos para aterrizar en los concesionarios, que vimos otros años, la han suplido prototipos, anticipos de los productos que llegarán a la calle en los próximos años. Skoda ya tiene fecha para el lanzamiento de su SEAT Arona, que llegará en 2019, el año que viene. Y el Skoda Vision X que ilustra esta entrada, y del cual ya os hablábamos ayer, será el que defina cómo será, y el que nos deje otras muchas claves de la marca del Grupo Volkswagen.
Del SEAT Arona y el Volkswagen T-Cross al Skoda
En el Grupo Volkswagen la expansión SUV, con los crossover más pequeños, se iniciaba con un SEAT Arona basado en la plataforma MQB-A0, también empleada por el Ibiza, y fabricado en Martorell. SEAT conseguía ser la primera marca del grupo en lanzar un coche de estas características, adelantándose por uno, y dos años, a los respectivos modelos de Volkswagen y Skoda.
Skoda Kamiq
A finales de este año asistiremos al lanzamiento del segundo modelo del grupo, el Volkswagen T-Cross, que de nuevo estará basado en la plataforma MQB-AO, que también emplea el Polo, y que será fabricado en Landaben, Navarra.
El pequeño crossover de Skoda llegará en 2019
Skoda lanzará su pequeño crossover, cuyo nombre aún no ha sido anunciado, a lo largo de 2019.
Indudablemente, el prototipo Skoda Vision X anticipa cómo será su aspecto. En cualquier caso, Skoda ya adelantaba que este prototipo quiere ser algo más que un anticipo del nuevo crossover pequeño. Los rasgos que vemos en este coche irán introduciéndose en otros modelos de la marca, pero sobre todo definen la estética que irán acogiendo los SUV de Skoda, en cuya gama ya nos encontramos con el Skoda Karoq, de dimensiones compactas, y el Skoda Kodiaq, de dimensiones más generosas y con tres filas de asientos.
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La electrificación de Skoda es un hecho
Otro aspecto que nos llamó la atención del Skoda Vision X fue su tecnología híbrida, con el apoyo de un motor eléctrico, red eléctrica de 48 voltios, y con un motor de combustión interna bifuel, capaz de funcionar indistintamente con gasolina o gas natural (CNG). Aunque la presentación de esta tecnología no es casual, y su presencia en el Vision X nos revela que el Grupo Volkswagen está explorando todas las posibilidades, no parece que esta vaya a llegar al pequeño crossover de Skoda, o a otros modelos de la marca. Es un buen ejemplo de cómo el Grupo Volkswagen podría apostar por una combinación de soluciones técnicas diferentes en sus plataformas actuales. Pero la lógica nos lleva a pensar que lo máximo que veremos, a menos a corto plazo, en su crossover pequeño, será una versión de gas natural, sin un sistema híbrido de por medio, sin el apoyo de un motor eléctrico.
Lo que sí podemos confirmar es que la electrificación de Skoda se producirá muy pronto. En 2019 llegará a los concesionarios el Skoda Superb híbrido y enchufable. Tras esta versión del Skoda Superb, y poco después de su lanzamiento, llegará el primer eléctrico puro de Skoda, que de aquí a 2025 espera que la electrificación esté presente en diferentes versiones, a lo largo, y ancho, de toda su gama de productos. Skoda también producirá en la fábrica de Mladá Boleslav componentes eléctricos para vehículos del Grupo Volkswagen.
Más imágenes del Skoda Vision X:
