Next Level-Škoda Strategy 2030: este es el nombre que ha recibido la estrategia que Škoda seguirá en los próximos cinco años. Una apuesta total por la electrificación con la que invertirá 5.600 millones de euros en coches eléctricos y 700 millones de euros en digitalización. Y el primer paso de este plan es el Škoda Vision 7S, el SUV con el que arranca una nueva era.
Dentro de cuatro años, en 2026, veremos los resultados de esta hoja de ruta. Será entonces cuando la ‘nueva’ Škoda lance tres nuevos vehículos eléctricos: un coche pequeño, un SUV compacto y un modelo de siete plazas… que no es otro que el Škoda Vision 7S.
Días atrás os habíamos mostrado sus bocetos y, con ellos, un anticipo del nuevo lenguaje de diseño de la marca bautizado como ‘Modern Solid’: rompen con su conocido estilo y optan por una línea elegante y bastante minimalista. Y no sólo eso: su identidad corporativa también se ha puesto al día con un nuevo logotipo que busca marcar las diferencias con el resto del grupo.
Hasta 600 kilómetros de autonomía
El Škoda Vision 7S se basará en la plataforma modular eléctrica (MEB) del grupo Volkswagen y estará equipado con una batería de 89 kWh, que promete hasta 600 kilómetros de autonomía. Contará, además, con un sistema de recarga rápida de 200 kW que permitirá poner a punto esa batería en 30 minutos. Datos técnicos aparte, lo relevante de este nuevo modelo es que plasma el nuevo estilo de la línea eléctrica de Škoda.
En esa carrocería teñida de verde (Explorer Green), la evidencia más obvia de la nueva identidad de Škoda la encontramos en la parte delantera. Es ahí donde el equipo de diseño dirigido por Oliver Stefani ha introducido la mayor parte de los cambios: en lugar de la tradicional insignia cromada aparece el nombre de la marca escrito en letras. Justo debajo hay una franja que se extiende hasta las esquinas y cuenta con gráficos de bienvenida.
Si seguimos bajando la vista, en el Škoda Vision 7S no encontraremos la parrilla convencional sino un elemento bautizado como Tech Deck Face. Una pieza cerrada (más ancha, plana y oscura) que albergará, y ocultará, los sensores necesarios para los sistemas de asistencia a la conducción.
Debajo surge el nuevo paragolpes, fabricado con neumáticos reciclados, que integra siete entradas de aire dispuestas verticalmente y una de ellas está acabada en naranja: la misma estructura la encontramos en la zaga y tiene una explicación. Son los ‘Flashy Orange’, unas piezas que hacen las veces de ganchos. Este conjunto está enmarcado por los grupos ópticos: los faros han sido reubicados lejos de los bordes y ahora se sitúan debajo de las luces diurnas de LED formando una ‘T’. Cierra el conjunto el faldón inferior con una protección de aluminio.
Más sofisticado
El lateral del Škoda Vision 7S luce una marca línea de cintura y una línea de hecho muy plana. Puertas suicidas aparte, se han integrado unas salidas de aire entre los pasos de rueda (de formas cuadradas) y los faldones laterales, que son, además, un estribo para pasar al interior. Las llantas son aerodinámicas y miden 22 pulgadas.
De camino a la zaga nos cruzamos con el Pilar D que, en esta ocasión, es triangular y vemos cómo la línea de techo continúa hasta acoger el alerón trasero de corte deportivo. En la parte trasera se reproducen elementos de la delantera: grupos ópticos con forma de ‘T’ y el paragolpes con las siete líneas verticales. El efecto general del Škoda Vision 7S es una apariencia más sofisticada que cualquier Škoda anterior.
Un interior 6+1
El habitáculo del Škoda Vision 7S es amplio, luminoso y cuenta con un diseño envolvente. Todo el espacio usa materiales sostenibles: por ejemplo, los asientos están hechos con poliéster totalmente reciclado.
Son varios los puntos que llaman la atención. El primero de ellos es la distribución de los asientos con espacio para seis adultos y un niño: se presupone que cuando llegue el modelo a producción habrá hueco para siete adultos. Por ahora, la silla infantil se ubica entre la primera y la segunda fila: justo en el centro porque, según Škoda, es el lugar más seguro para ellos.
El segundo es la configuración del puesto de conducción. El conductor tiene a su disposición un nuevo volante de dos radios. Tras él, surge un cuadro de instrumentos digital de 8,8 pulgadas y a su derecha una pantalla táctil de 14,6 pulgadas situada en el centro del salpicadero. Tanto su asiento como el del copiloto se pueden girar ligeramente hacia dentro.
Esta funcionalidad está relacionada con una de las dos configuraciones posibles para el habitáculo del Škoda Vision 7S: ‘Relajación’. Con esta opción, pensada para cuando el coche está parado, el volante se mueve para ampliar el espacio del conductor, la pantalla central se gira y los asientos delanteros giran y se reclinan para que los ocupantes de la segunda fila de asientos puedan ver mejor. El modo ‘Conducción’ pone todos los controles al alcance del conductor y recopila toda la información en la pantalla para un mejor acceso.