El diésel y la gasolina, el motor de combustión interna, están sentenciados a muerte. A partir de 2035 la Unión Europea prohibirá sus ventas. Pero cada vez son más los proyectos que nos recuerdan que la solución que podría permitir seguir vendiendo diésel y gasolina llega de la mano de los combustibles sintéticos neutrales.
El presente reportaje pertenece a una serie de artículos publicados en los últimos meses en los cuales abordamos la tecnología de los combustibles sintéticos neutrales, como una posible alternativa al proceso de descarbonización de la industria del automóvil iniciado con el coche eléctrico, de baterías, y de hidrógeno. Analizando por qué algunos fabricantes están apostando por esta solución, cómo podría contribuir a la descarbonización del automóvil y por qué existen muchas dudas al respecto de su viabilidad.
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Ayer os hablábamos de la producción de alternativas a diésel y gasolina con pulpa de papel. Hoy conocemos que una de las marcas que más está impulsando el desarrollo y la producción de este tipo de combustibles redobla su apuesta.
¿Hay vida más allá del coche eléctrico? Parece que sí.
¿Por qué es una alternativa al diésel y la gasolina?
Prescindir de combustibles de origen fósil, buscando alternativas sintéticas, puede contribuir al proceso de descarbonización en el que nos vemos inmersos. Los combustibles sintéticos neutrales proponen una solución en la que no se eliminan las emisiones de contaminantes, ni tampoco de gases de efecto invernadero, pero al menos se consigue neutralizar estos últimos, asegurando que en el proceso de producción del combustible se ha «captado» del aire o se ha evitado la emisión del CO2 que posteriormente resultará de la combustión de este durante su utilización.
Los proyectos más interesantes, pero también tan complejos, llegan de la mano de técnicas avanzadas por las cuales se capta CO2 del aire, se combina mediante procesos físicos y químicos que emplean energía renovable y se obtiene como resultado un combustible con características similares al gasóleo y la gasolina que empleamos en nuestros coches.
Si el CO2 captado para producir cada litro de combustible es equivalente al CO2 emitido en su combustión, estaremos ante un combustible sintético neutral. Al respecto de este tema ya hemos profundizado en nuestro artículo sobre combustibles sintéticos neutrales y en toda una serie de reportajes que acompaña a este artículo.
Haru Oni era solo el principio
Porsche se ha erigido, por méritos propios, como el adalid de los combustibles sintéticos neutrales. Del primer gran proyecto de los alemanes ya os hemos hablado y de la visión de Porsche al respecto de este tipo de combustibles. Porsche se asociaba con Siemens Energy para invertir en el proyecto de combustibles sintéticos de Haru Oni.
Haru Oni levantará una fábrica de combustible renovable, con generadores eólicos, aprovechando los vientos del estrecho de Magallanes para utilizar la energía generada en combinar agua, CO2 que se captará del aire, y producir metanol que, en última instancia, se transformará en un combustible de características similares a la gasolina y que, de hecho, podrá utilizarse como alternativa a la gasolina.
Los objetivos de Haru Oni
El proyecto de Haru Oni tiene como objetivo cumplir los siguientes hitos:
- 2022: en su fase piloto, en la que nos encontramos, se ha previsto alcanzar una producción de 130.000 litros de gasolina sintética al año
- Antes de 2024: en la primera fase se ampliará la capacidad de producción hasta los 55 millones de litros de gasolina sintética al año
- A partir de 2026: se espera producir 550 millones de litros de gasolina sintética al año
Mientras tanto, Porsche sigue buscando nuevos proyectos en los que invertir para incentivar el desarrollo de combustibles sintéticos neutrales y aumentar su disponibilidad en el futuro.
Producir combustible sintético en Chile, Australia y Estados Unidos
Porsche ha anunciado la inversión de 75 millones de dólares, alrededor de 68,2 millones de euros, en HIF Global LLC. Porsche participaría en una ronda de financiación que, junto con Andes Mining & Energy (AME), EIG, Baker Hughes Company y Gemstore Investments ha captado cientos de millones de dólares, que se dedicarán al desarrollo de plantas de producción de combustibles sintéticos, diseñadas para funcionar con energía renovable, que se levantarán en Chile, Estados Unidos y Australia.
HIF Global LLC escalará el proyecto de Haru Oni, con nuevas instalaciones en Estados Unidos que empezarán a construirse en 2023 y haciendo lo propio en Chile y Australia en 2024. Haru Oni era solo el principio y los objetivos de producción de combustibles sintéticos HIF Global LLC, a alcanzar en los próximos años, los siguientes:
- Capturar de la atmósfera 25 millones de toneladas de CO2 al año
- Producir 150.000 barriles de combustibles sintéticos al día, cerca de 24 millones de litros diarios (sería suficiente para cubrir la demanda de combustibles de un país entero, como España)
- Garantizar que más de 5 millones de coches nuevos, con motor de combustión interna, sean CO2 neutrales
Los retos y dificultades del combustible neutral
- En tanto combustible, su naturaleza sintética y neutral no impide que sigan emitiendo contaminantes localmente
- Su coste de producción es muy elevado, en términos energéticos y económicos
- El precio de los combustibles, por lo tanto, también será muy elevado, de manera que podrían ser únicamente viables en proyectos específicos o productos de gama muy alta, como los deportivos de Porsche
- Uno de los mayores retos es alcanzar volúmenes industriales significativos que difícilmente podrían ser comparables a la extracción y procesamiento de crudo en estos momentos
Si tuviéramos que mojarnos diríamos que el futuro del automóvil pasa necesariamente por el coche eléctrico, ya sea de baterías, o mediante pila de combustible e hidrógeno. Pero proyectos como estos nos recuerdan que aún habrá resquicios que permitan seguir utilizando y vendiendo coches con motor de combustión interna, aunque sea a un coste muy alto y en volúmenes muy reducidos.
Los objetivos de una marca de coches
La empresa de HIF Global LLC, en general, y Haru Oni, en concreto, no es más que uno de los muchos proyectos en los que una marca como Porsche invierte. Pero hemos de ser conscientes que detrás de estas inversiones hay un plan más ambicioso, que parte de objetivos sencillos.
- Porsche nos cuenta que empezará utilizando sus combustibles sintéticos neutrales en «proyectos emblemáticos de la competición automovilística»
- Que utilizarán estos combustibles en otras actividades de la marca, como la de los Porsche Experience Centers
- Y que, más tarde, utilizarán estos combustibles en coches nuevos con motor de combustión, desde que estos salgan de la línea de producción
Sabiendo que HIF Global LLC quiere garantizar la producción de 5 millones de coches, con motor de combustión interna, y CO2 neutrales, podemos entender que Porsche quiere utilizar esta tecnología para asegurar que el empleo de combustibles neutrales apoye los objetivos de descarbonización de la Unión Europea y, probablemente, convencer a las administraciones comunes de que la combustión interna, de la mano de combustibles neutrales, debe ser una alternativa a considerar más allá de 2035.
El presente reportaje pertenece a una serie de artículos publicados en los últimos meses en los cuales abordamos la tecnología de los combustibles sintéticos neutrales, como una posible alternativa al proceso de descarbonización de la industria del automóvil iniciado con el coche eléctrico, de baterías, y de hidrógeno. Analizando por qué algunos fabricantes están apostando por esta solución, cómo podría contribuir a la descarbonización del automóvil y por qué existen muchas dudas al respecto de su viabilidad.
Combustibles sintéticos: ¿solución para salvar al diésel y la gasolina?
- (I) La solución que permitirá seguir vendiendo diésel y gasolina en 2035
- (II) El proyecto de Porsche
- (III) La visión de Bosch y las consecuencias para el empleo
- (IV) El proyecto de Mazda, Subaru y Toyota en Competición
- (V) Los combustibles sintéticos también contaminan
- (VI) La defensa alemana ante la Unión Europea
- (VII) Producir combustible con pulpa de papel