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Este Dodge Charger de 1.000 CV no solo es una salvajada, es también una obra de arte

Ralph Gilles es el jefe de diseño de todo el Grupo Stellantis. Un grupo en el que algunas de sus marcas viven una era absolutamente dulce en cuanto a la parte visual de sus coches – Jeep o Dodge, sin ir más lejos. Del lápiz de Ralph Gilles salió el último Dodge Viper o el Chrysler 300C. Y es Ralph Gilles el que ha encargado a SpeedKore uno de sus famosos restomods, un espectacular Dodge Charger del año 1968, transformado en una bestia de fibra de carbono y 1.000 CV de potencia. Una obra de arte sobre ruedas que quieres descubrir.

El apodo de este coche es Hellucination y en su proceso de producción Gilles ha tenido mucho que decir y aportar. El ejecutivo afirma que el Dodge Charger del año 1968 es su coche favorito, y que contribuir a perfeccionar una base tan buena ha sido un verdadero honor. SpeedKore es una compañía afincada en Wisconsin (EE.UU.) especializada en la producción de piezas de fibra de carbono. Han construido coches para famosos de la talla de Robert Downey Jr. o Kevin Hart, y sus creaciones están al máximo nivel tanto técnico como estético.

El coche ha sido prácticamente reconstruido desde cero. Es un restomod realmente completo.

Este restomod comienza con el reemplazo de todos los paneles de la carrocería del Charger con piezas de fibra de carbono. Piezas lacadas y no pintadas, para que la fibra de carbono esté expuesta a la vista. El capó es de nueva factura, y contribuye a un look aun más musculoso, acentuado con detalles sutiles pero efectivos, como unas ópticas LED ligeramente modificadas con un tinte naranja, o una moldura ligeramente diferente en la zaga. El espíritu del coche se respeta íntegramente, pero el conjunto se siente evolucionado y mejorado.

Las llantas HRE son de 20 pulgadas en el eje trasero y 19 en el delantero… y están calzadas, en eje posterior con neumáticos Michelin Pilot Sport 4 S de 345 mm de sección. Como es lógico, el tren de rodaje está a la altura de su potencia, con barras estabilizadoras de Detroit Speed y suspensión roscada Penske. La plataforma del Charger fue modificada profundamente e incluso los paneles bajo el habitáculo fueron reemplazados por otros de fibra de carbono. Se instaló una jaula antivuelco no solo por protección, si no también por su aporte en rigidez estructural.

El equipo de frenado Brembo tiene pinzas de seis pistones y discos de 400 mm en el eje delantero.

Hellucination Dodge Charger 4

Y es que este coche cuenta con un motor atómico. Un propulsor 7.0 V8 «Hellephant», un HEMI basado en el diseño de la familia Hellcat, pero asociado a un compresor de 3,0 litros. El resultado son 1.000 CV de potencia y 1.290 Nm de par, transmitidos al suelo mediante un cambio automático de 8 relaciones y origen ZF. Este motor es un «crate engine», y es vendido como kit, de forma oficial por Mopar – la división de repuestos y piezas de Dodge y las marcas americanas de Stellantis. El puesto de mandos de la máquina presenta un salpicadero a medida.

Presume de asientos deportivos, aire acondicionado, una instrumentación de aspecto clásico y mucho gusto en la selección de materiales y calidades. Una verdadera obra de arte, a un precio que no ha sido comunicado. No obstante, como solemos decir, si tienes que preguntar… no te lo puedes permitir.

Hellucination Dodge Charger 10

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Sergio Álvarez

Aunque es técnico en comercio internacional de formación, los coches han sido su pasión (incluso obsesión) desde que apenas levantaba un metro del suelo y sus padres le regalaron un Ferrari rojo a pedales. Su afición se ha profesionalizado en Diariomotor, donde está presente desde 2008. Seguir leyendo...

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