Madrid, Vigo y Zaragoza: estas tres ciudades son las que están en el radar de Stellantis. ¿Para qué? Para acoger, en sus líneas, a parte de los nuevos coches eléctricos que llevarán el sello de las marcas del citado grupo. La decisión todavía no está tomada, pero, según apunta Cinco Días, el viento sopla a favor de España. Y eso serían excelentes noticias para nuestra industria del motor.
La familia eléctrica de Stellantis se asienta sobre varios pilares, cada uno de ellos asociados a una plataforma: STLA Small, Medium, Large y Frame. La semana pasada, el fabricante anunció que asignaba a su fábrica de Cassino (Italia) todos los modelos que se asienten sobre la STLA Large. Los próximos en tener destino podrían ser los que empleen la STLA Small, que comenzarán a llegar en 2025.
Los modelos eléctricos más pequeños de Stellantis podrían fabricarse en las tres plantas que el grupo tiene en nuestro país: Madrid, Vigo y Zaragoza. Un movimiento lógico si tenemos en cuenta que vehículos como el Opel Corsa o el Peugeot 208 ya se fabrican dentro de nuestras fronteras. Será en los próximos cuando sepamos la decisión final, pero las negociaciones para que recalen en España van por buen camino.
El peso de Stellantis en España
Hay que recordar que hablar de Stellantis es hacerlo del mayor productor automovilístico de España. En 2022, unos 850.000 coches salieron de las líneas de Madrid, Vigo y Zaragoza: de ellos, unos 113.000 eran completamente eléctricos.
Vigo fabricó unas 404.000 unidades entre el Peugeot 2008 y las furgonetas comerciales de Citroën, Opel/Vauxhall y Peugeot. En Zaragoza se dieron forma a 365.000 coches: Opel Crossland, Opel Corsa y el Citroën C3 Aircross. La planta más pequeña, la de Madrid, produjo 82.000 Citroën C4. La llegada de los eléctricos asentados en la STLA Small aseguraría la actividad industrial del trío durante los próximos diez años.
Más industria
Si, finalmente, Stellantis se decanta por España para fabricar sus coches eléctricos pequeños, esta decisión podría desencadenar un efecto mariposa. O lo que es lo mismo: abriría la puerta proyectos relacionados con los STLA Small como, por ejemplo, la instalación de una fábrica de baterías que se convirtiera en su fuente de suministro. Por ahora, las baterías de Stellantis llegan desde Asia y son ensambladas en Vigo y Zaragoza, desde donde son enviadas a Madrid.
Cambio en las condiciones
Tal y como apunta la información de Cinco Días, Stellantis ha asegurado que la decisión todavía no ha sido tomada porque “quedan temas pendientes por cerrar, pero el diálogo es fluido”. El Ministerio de Industria, por su parte, apunta que la “sintonía es total”: hace un mes, Reyes Maroto, Ministra de Industria, Comercio y Turismo, se reunió con representantes del grupo para ponerles al día de las novedades que el Gobierno ha preparado para la industria automovilística.
La cita era fundamental para exponer todo lo que vendrá de la mano del segundo PERTE (Proyectos Estratégicos para la Recuperación y Transformación Económica) del motor, que estará listo dentro de unas semanas. El objetivo de Stellantis era presentar el proyecto de sus coches eléctricos pequeños dentro de la primera convocatoria de 2022: no pudo porque el plazo de ejecución de las inversiones finalizaba a mediados de 2025. Algo que, ahora, ha cambiado: ese período de tiempo será de tres años, es decir, hasta 2028.
No es la única novedad del segundo PERTE: el plazo para presentar proyectos será más amplio y habrá, también, una nueva línea para financiar proyectos individuales. A esto hay que añadir la respuesta de la Comisión Europea al paquete de incentivos de Estados Unidos: los Estados miembro podrán igualar las ayudas fiscales ofrecidas por terceros.