El CEO de Stellantis Carlos Tavares se ha mostrado en contra de retrasar los objetivos de emisiones marcados para todos los fabricantes en Europa para 2025. Unos objetivos que, con el descenso en ventas de vehículos eléctricos en Europa, se arriesgan muchos fabricantes a no conseguirlo, lo cual acarrearía unos 16.000 millones de euros en multas para los propios fabricantes.
Unos objetivos de CO2 que podrían afectar a España de lleno
- Stellantis se posiciona en contra de prorrogar los objetivos de CO2 de 93,6 g/km de CO2
- ACEA, donde están fabricantes como Renault y Volkswagen, cuenta con un borrador para proponer una prórroga para esos objetivos
- Para llegar a esos objetivos a los que Stellantis cree que conseguirá llegar, otros fabricantes podrían verse obligados a dejar de fabricar coches de combustión
- Riesgo de multas de hasta 16.000 millones de euros
Estos objetivos marcan que cada fabricante tenga en su flota de productos unas emisiones de CO2 de 93,6 g/km, una reducción notable con respecto a los 106,6 g/km de 2023. Sin embargo, ACEA, la asociación de fabricantes europeos de automóviles, ya cuenta con un borrador de propuesta para pedir a la Unión Europea un aplazamiento de dos años a modo de normativa de emergencia.
Para llegar a estos objetivos de 95 g/km de CO2 por kilómetros, en estos momentos muchos fabricantes tendrían que parar la producción de dos millones de coches, afectando a la fabricación de coches de combustión (algo que afectaría mucho a España). La otra opción es exponerse a sanciones que podrían llegar a los 13.000 millones de euros en el caso de turismos convencionales y otros 3.000 millones para furgonetas y vehículos comerciales (Automotive News Europe).
«Sería surrealista cambiar las reglas ahora. Todo el mundo ha tenido conocimiento de las reglas desde hace mucho tiempo y ha tenido tiempo para prepararse, y ahora es el momento de empezar la carrera«, declaró hace unos días el CEO de Stellantis a AFP. Hay que recordar que Stellantis se apartó de ACEA en 2022, además de reorganizarse para reducir costes de producción y potenciando vehículos eléctricos para hacer frente a Tesla o la llegada de fabricantes chinos.
La ACEA afirmó el pasado jueves 12 de septiembre que la industria «ha invertido miles de millones en electrificación para colocar vehículos en el mercado, pero otros ingredientes necesarios para esta transición no están en su lugar y la competitividad de Europa se está erosionando«. El estancamiento, unido a las alternativas baratas procedentes de China (que a su vez llega al tema de los aranceles), es un verdadero problema para la industria.
Postura de Stellantis frente a las de Renault y Volkswagen
Y es que Stellantis, entre el ë-C3, los e-208, e-2008 y e-3008, el 500e o el próximo Fiat Grande Panda, el Opel Frontera y demás, tiene un amplio abanico de eléctricos con los que rebajar sus emisiones de CO2. Estos se calculan sumando las emisiones de los coches vendidos en el mercado europeo divididos entre el número de coches vendidos, por ello es tan importante la cuota de coches eléctricos, como recuerda el experto Guille García Alfonsín.
Por el contrario, para Renault retrasar esta fecha implicaría más tiempo para que sus Renault 5, Twingo, Mégane o el futuro Renault 4 tengan mella y se abran paso como eléctricos baratos. Por otro lado, Volkswagen también apoya la prórroga dado que sus Skoda Epiq, Cupra Raval, Volkswagen ID2 y demás eléctricos que ayudarían a llegar a esos objetivos no van a estar listos para extenderse en el mercado para 2025.
