Gestionar 14 fabricantes de coches bajo un mismo paraguas no es nada fácil, sin embargo la fusión de PSA y FCA para dar a luz a Stellantis pretende hacerlo. Stellantis pretende no dejar a ninguna de sus marcas por el camino, y por ello pretende ofrecer una «última» oportunidad a algunas de sus marcas para demostrar su potencial. De este modo, Stellantis asegura que va a poner toda la carne en el asador para que, en 10 años, cada fabricante sea capaz de demostrar su verdadera valía.
No podemos negar que la primera decisión de Stellantis manteniendo con vida a sus 14 firmas nos haya sorprendido, y es que en un momento donde cualquier inversión extraordinaria es tajantemente eliminada, el plan del nuevo gigante automovilístico es precísamente el contrario. Con Carlos Tavares al frente, Stellantis pretende conseguir los mejores resultados que hayan obtenido todas y cada una de sus marcas, especialmente del lado de FCA donde algunas de sus firmas no pasan precísamente por su mejor momento.
Así, según ha expuesto Tavares, la hoja de ruta planteada para las marcas Alfa Romeo, Lancia, Abarth, Dodge, Chrysler o DS, es contar con un periodo de 10 años para diseñar e implantar una gama de productos donde cada marca pueda demostrar su verdadero potencial. El plan en tanto a modelos y mercados cambia según cada fabricante, pero el objetivo de cada uno es el mismo, buscando recuperar cuota de mercado, aumentar las ventas y por supuesto, conseguir beneficios.
Alfa Romeo, DS y Maserati: las más prometedoras
El trabajo que hay por delante es duro y realmente difícil en muchos casos como los de Lancia o Chrysler, marcas que casi se han abandonado a su suerte y que ahora Stellantis pretende reflotar. Quizá Alfa Romeo y DS son en estos momentos, junto a Maserati, las firmas con mayor proyección dado que cuentan con lanzamientos importantes muy próximos y un gran potencial de crecimiento, sin embargo no escapan a este plan donde los resultados deben llegar más temprano que tarde.
Lancia y Chrysler: los casos más difíciles
No cabe la menor duda de que el principal foco de atención está puesto en la última etapa de la gestión de FCA, un periodo en el que encontramos tantas luces como sombras, pero donde sobre todo encontramos retrasos y cancelaciones de modelos clave para la rentabilidad del grupo. Dicho esto, Stellantis quiere partir de una hoja prácticamente en blanco, tomando decisiones clave como el retraso del Alfa Romeo Tonale o el renacer de Lancia. Sin duda, los próximos 2 años serán clave para descubrir los verdaderos planes de Stellantis, y la fórmula de cada marca para sobrevivir a este examen de 10 años.
Fuente: Forbes