Durante muchos años, durante décadas, los conductores nos hemos habituado a tener que acudir a una gasolinera para rellenar el depósito de nuestro coche con gasóleo o gasolina. La irrupción del vehículo eléctrico hará que esta práctica quede obsoleta y plantea un cambio de hábitos, acostumbrarnos a conectar nuestro coche a un punto de carga todas las noches y, hete aquí una de las cuestiones más problemáticas, si realizamos un viaje de larga distancia tendremos que parar a recargar las baterías en un tiempo que a día de hoy es necesariamente superior al que tardamos en repostar nuestro coche diésel o gasolina.
Una batería para dejar obsoleta al diésel y la gasolina
Ahora bien, imaginemos que disponemos de una batería de carga extremadamente rápida. Y que en apenas 2 minutos podemos recargarla lo suficiente para recorrer 160 kilómetros más. Estaríamos ante unos tiempos de carga que, ahora sí, se aproximan mucho al tiempo que dedicamos en repostar cualquier coche diésel o gasolina.
Pero, como veremos a continuación, las implicaciones de alcanzar un hito como este van mucho más allá de hacer la vida más fácil a los usuarios de coches eléctricos dedicando menos tiempo a las recargas rápidas.
StoreDot, la compañía israelí que ha captado la atención de todos
La batería de StoreDot, una compañía israelí que ya ha recibido inversiones y acuerdos de colaboración y suministro, de Daimler (Mercedes-Benz), Polestar, VinFast y Volvo, promete conseguir reducir los tiempos de carga hasta llegar al objetivo de que en 2 minutos podamos obtener 160 kilómetros de autonomía extra. Su objetivo a corto plazo, con las celdas 100in5, es estar produciendo en grandes volúmenes, el próximo año, baterías que podrán obtener 160 kilómetros de autonomía extra en solo 5 minutos de carga.
La tecnología empleada actualmente por StoreDot se basa en baterías con ánodos de silicio, con lo que la compañía denomina XFC (Extreme Fast Charging), para evolucionar con una próxima generación de baterías de estado semi-sólido y, posteriormente, de estado sólido y sin litio, en 2032.
Las primeras baterías de StoreDot ya habrían sido enviadas para ser probadas y validas a marcas como Mercedes-Benz y Volvo.
Objetivo: dejar obsoleto al diésel y la gasolina
Como os decíamos, la visión de esta compañía y su batería va mucho más allá de conseguir tiempos de carga rápidos, per se, y ahorrar tiempo a los usuarios de coches eléctricos. StoreDot considera que si disponemos de baterías con capacidad de carga extremadamente rápida podemos utilizar baterías de menor capacidad y, por ende, más económicas, más ligeras, que a su vez permitirán disponer de coches más eficientes que, a su vez, necesitarían baterías de menor capacidad para recorrer más kilómetros.
Por ejemplo, para un coche con más de 2.000 kilogramos y unas baterías de 80 kWh, con una autonomía de 480 kilómetros, StoreDot propone que su tecnología permita emplear baterías de 50 kWh, en un coche 200 kilogramos más ligero y más económico y con una autonomía de 322 kilómetros.
Baterías de carga extremadamente rápida, ¿pero fiables?
El último avance conseguido por StoreDot, en su proceso de pruebas y validación, habría sido el de conseguir demostrar que sus celdas de batería no sufren degradación en los ciclos de carga extremadamente rápida o, mejor dicho, que la degradación de las celdas no aumenta con respecto aquellas celdas que se recargaron con ciclos de carga lenta.
En sus pruebas, StoreDot ha validado el rendimiento de las celdas de batería 100in5, que serán las que comiencen a producirse en grandes volúmenes el año que viene y las primeras que podrían llegar a marcas como las mencionadas en este artículo. En sus pruebas, han contrastado el rendimiento y la degradación de celdas que fueron recargadas lentamente de 0 a 100%, emulando casos de uso reales, durante 1.000 ciclos consecutivos, con el rendimiento de celdas que se recargaron mediante carga ultrarrápida, del 10% al 80% en 10 minutos, y del 0% al 10% y el 80% al 100% mediante carga lenta, también durante 1.000 ciclos consecutivos.
Pensemos que 1.000 ciclos de carga consecutivos, en una batería que con 50 kWh ofrece una autonomía de 320 kilómetros, son más de 320.000 kilómetros recorridos.