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El dueño de este Subaru Impreza WRX STI ha invertido 250.000 dólares en modificarlo hasta la médula

Si eres el propietario de un coche modificado – llámalo tuning, racing o stance, el adjetivo que desees – sabes perfectamente que la lista de modificaciones del coche puede elevar su precio en varios miles de euros. Conozco coches cuyas modificaciones han sido incluso dos veces más caras que el propio coche. Lo que nunca había visto era una máquina como el Subaru Impreza WRX STI del año 2002 de Alex Witkin. El propietario de este taller preparador ha invertido en su coche la friolera de 250.000 dólares. Estas son las modificaciones que acercan su valor al de una casa o un superdeportivo de altos vuelos.

Para empezar, el coche está pintado en un color rojo perteneciente al catálogo de Ferrari, y multitud de sus elementos de carrocería son de fibra de carbono, como el capó, el spoiler trasero, o algunos aditamentos aerodinámicos. Prácticamente todo aspecto del coche ha sido modificado o mejorado de alguna manera, y desde su presentación en sociedad en 2013, el coche ha ido poco a poco transformándose con modificaciones adicionales. Fijaos por ejemplo en el sistema hidráulico que eleva el coche en cuestión de segundos – un sistema inspirado en competición que permite cambiar sus ruedas muy rápidamente.

Alex Witkin tiene una gran pasión por los Subaru. Desde su adolescencia ha sido propietario de varios, y este STI del año 2002 y «ojos saltones» es claramente su favorito.

Además de una carrocería esculpida con mimo y unas preciosas Volk TE37 – un clásico que nunca falla – en su interior encontramos una jaula antivuelco de primer nivel, molduras en fibra de carbono para las puertas fabricadas por Prodrive, unos baquets de fibra de carbono cortesía de Bride, o un nuevo salpicadero forrado en Alcantara con instrumentación Scratch de competición. Curiosamente, Alex ha cambiado de sitio el volante de su Subaru Impreza WRX STI, con el objetivo de acercarlo aún más al «JDM» puro. En el interior también busca su parte de protagonismo un kit expuesto de botellas de óxido nitroso.

En verdad, cualquier elemento que mires ha sido modificado por el propietario del coche, y la lista es demasiado extensa como para incluirla en este artículo, así que nos tratamos de centrar en las modificaciones más grandes. En el maletero, encontramos un sistema doble de alimentación de combustible, con una célula de combustible directamente sacada del mundo de la competición – Alex Witkin afirma que el coche se inspira en el campeonato japonés de turismos, el JGTC. El motor de este STI está muy lejos de ser de serie, desarrollando actualmente una potencia cercana a los 500 CV, con un par superior a los 550 Nm.

Este coche es también un perfecto anuncio rodante para el negocio de venta de coches de altas prestaciones de Alex Witkin. Un anuncio de 250.000 dólares.

Su potencia puede no parecer exagerada, porque Alex quería un coche aún utilizable y fiable. El motor es un bloque EJ25, pero tiene las culatas de un EJ20 japonés, con un nuevo turbocompresor de dimensiones generosas suministrado por TurboXS. Piper Motorsport se ha encargado de fabricar una admisión ad-hoc y de ocultar gran parte de los componentes, dándole al vano motor ese aspecto tan limpio y aséptico. Cobb Tuning – otra firma de primer nivel – se ha encargado de poner a punto la electrónica del coche, con varios mapas de potencia que Alex puede controlar desde el asiento del conductor.

Por supuesto, también se han actualizado suspensiones y frenos. Mientras que los frenos son unos nuevos Stoptech con pinzas de cuatro pistones y los coilovers han sido cortesía de Tein, muchas piezas de la suspensión y subchasis han sido creadas en exclusiva para este coche. El resultado de todo esto es un Impreza absolutamente único, en el que se han invertido más de 250.000 dólares. Es un show car que se usa todos los fines de semana, ganador de multitud de premios y un anuncio con ruedas ideal para el negocio de Witkin. Y tú, ¿habrías gastado una fortuna en un coche así si hubieras tenido la oportunidad?

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Sergio Álvarez

Aunque es técnico en comercio internacional de formación, los coches han sido su pasión (incluso obsesión) desde que apenas levantaba un metro del suelo y sus padres le regalaron un Ferrari rojo a pedales. Su afición se ha profesionalizado en Diariomotor, donde está presente desde 2008. Seguir leyendo...

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