1989 sería un año que marcaría la historia de Subaru. El modelo Leone se retiraba al tiempo que presentaban el Legacy como sustituto.
Japón y pasión son sinónimos
Ese mismo año, el coche salía a producción. Y qué mejor manera de vender un coche y toda la tecnología que has desarrollado en él, que mostrando su potencia, su confort y lo más importante, su fiabilidad.
Las marcas de automóviles siempre prueban sus coches en todo tipo de condiciones antes de lanzarlos al mercado. En muchas ocasiones, como en la de esta historia, dan un poco más de sí para tratar de ostentar un récord que posicione a la empresa y al nuevo modelo en el mercado, al mismo tiempo que recopilan gran cantidad de datos.
Un viaje para superar un récord
Esta prueba consistía en recorrer 100.000 kilómetros en el menor tiempo posible con el objetivo de establecer un nuevo récord de velocidad media. La marca a batir fue impuesta por un Saab 9000 Turbo en 1986, cumpliendo los 100.000 kilómetros a una velocidad media de 213,299 km/h.
Los chicos de Ebisu estaban muy motivados con el tema. Para afrontar el reto viajaron a un centro de pruebas en Arizona, Estados Unidos, con 3 Subaru Legacy RS Turbo que serían pilotados por Makoto Shikata (coche rojo), Noriyuki Koseki (coche blanco) y Mamoru Konita (coche amarillo) entre otros.
El circuito en óvalo estaba dispuesto de manera que simulaba una recta infinita. Los pilotos se subían a los coches y los ponían a todo lo que daban. No obstante, estamos hablando del desierto, por lo que no todo iba a ser tan sencillo. La noche aparecía, la pista se mojaba o se llenaba de plantas rodadoras y, claro está, la fatiga aumentaba día tras día.
El esfuerzo obtiene su recompensa
La prueba iniciaba con los coches saliendo en intervalos de unos 35 segundos. Los pilotos aumentaban la velocidad hasta llegar al límite del velocímetro y, entonces, mantenían el volante recto con el pie a fondo.
Cada 2 horas paraban a repostar y cambiar de piloto. Al llegar a las 96 horas o 21.600 kilómetros también cambiaban los neumáticos. En cada parada, se limpiaban el parabrisas, los faros y los matojos que pudieran haber tapado el radiador, además de un rápido chequeo visual de elementos de seguridad.
Finalmente, la primera generación del Legacy recorrió 100.000 kilómetros a fuego durante 447 horas, 44 minutos y 9,8 segundos. O lo que es lo mismo, 18 días y medio y 10 km/h más rápido que el Saab. Es decir: 223,345 km/h de velocidad media. Un récord que se mantuvo vigente durante 16 años.