La magia de los Porsche 911 refrigerados por aire terminó en el año 1998, cuando el Porsche 993 dio paso al polémico 996, conocido por sus motores de refrigeración líquida y una estética que aun hoy día divide a los aficionados a la marca alemana. Hace unas semanas, Bonhams subastó un Porsche 911 Turbo del año 1998 conocido como “The Last Waltz”. Aunque fue producido el 27/03/1998, cuatro días antes del fin oficial de producción, esta unidad pasó seis meses en el departamento Sonderwunsch de la marca, siendo el último 993 en abandonar Zuffenhausen. Es una unidad extremadamente especial.
Porsche 911
Un sentido homenaje a la refrigeración por aire
La historia de esta unidad es de lo más peculiar, así como su especificación y equipamiento. Como os decía, abandonó la línea de producción de Zuffenhausen cuatro días antes de que lo hiciese el último 993, el 31 de marzo de 1998 – vendido a nada menos que Jerry Seinfeld. Sin embargo, el comprador del 993 que protagoniza este artículo – el autor alemán Clauss Vanderborg – decidió personalizarlo de forma profunda, y el coche pasó seis meses en el departamento Sonderwunsch (Special Wishes), conocido hoy día como Porsche Exclusiv Manufaktur.
Fotos del Porsche 911 Turbo “The Last Waltz”:
Vanderborg era amigo de Ferry Porsche, y el coche salió de las líneas de producción, casualidades del destino, el mismo día que el empresario alemán falleció. Su amigo decidió dedicar el coche a Ferry Porsche, motivo por el que el coche fue recibió una profunda personalización estética y prestacional. Su paso por Sonderwunsch vio cómo sus llantas y pinzas de freno se pintaron del mismo color Ocean Blue que su carrocería, y cómo su interior fue completamente tapizado en cuero de color Night Blue.
Todo es todo, hasta el marco de los relojes de la instrumentación o los tiradores de las puertas. Además de eliminar el teléfono y el limpiaparabrisas trasero, se instaló una placa en el salpicadero en la que puede leerse «In memoriam Prof Ferry Porsche» y una cita de la famosa película «Die Feuerzangenbowle», del año 1944. Su traducción sería: «Solo son reales los recuerdos que llevamos con nosotros, los sueños que hilamos y los deseos que nos impulsan. Pero con eso podemos estar satisfechos.»
La frase «The Last Waltz», el último vals, aparece en los vanos de las puertas y en una pegatina en el cristal trasero. En la puerta del conductor, el Porsche Zentrum Altötting instaló una placa adicional, confirmando que ese 993 era en efecto el último 911 refrigerado por aire en abandonar Zuffenhausen – fue entregado a Clauss Vanderborg el 5 de septiembre de 1998. Esta efeméride es confirmada de forma oficial por Porsche en una carta. A nivel mecánico, este 993 Turbo recibió una evolución de su bóxer de 3,6 litros.
El motor M64.60 elevó su potencia hasta los 450 CV, los mismos de los 993 Turbo S. Entre los elementos técnicos opcionales se encuentran una barra de torretas reforzada, un radiador de aceite adicional, un tanque de combustible de 92 litros o escapes cuádruples. Sorprendentemente, el coche fue vendido por Vanderborg a un coleccionista japonés solo un año después de haberlo recibido. En 2015, el coche vuelve a Europa, importado por el concesionario belga Nijsmans Classic Cars, que lo vendió a un ciudadano británico dos años después.
Aunque el coche fue vendido en subasta en Reino Unido, cuenta con papeles belgas, por tanto, puede ser «exportado» a la Unión Europea sin necesidad de pagar impuestos astronómicos.