Hace tres semanas que la bonificación de 20 céntimos sobre el combustible dejó de ser general para aplicarse, solamente, a los conductores profesionales. Desde entonces, los particulares han podido apreciar una subida en el precio de la gasolina y el diésel: no está provocada, únicamente, por la desaparición del descuento y el comportamiento del petróleo. En ella tiene mucho que ver la llegada de una nueva norma con sello europeo.
La directiva de Calidad del Carburante
Desde el 1 de enero, tal y como figura en el Boletín Oficial del Estado, se aplica la directiva comunitaria de Calidad del Carburante (FQD, por sus siglas en inglés) que afecta a la gasolina y al diésel. Este acto legislativo establece una serie de objetivos que todos los países de la UE deben cumplir y, en este caso concreto, decreta la llegada de una serie de medidas con las que buscan reducir las emisiones de gases de efecto invernadero que los combustibles generan durante todo su ciclo de vida.
Esta merma debe ser del 6% en comparación con el valor de referencia, que son las emisiones de gases de efecto invernadero que los combustibles fósiles, empleados en la Unión Europea, produjeron en 2010.
Entre tres y seis céntimos
Para alcanzar el objetivo marcado por la citada directiva, hay un camino a seguir: subir el porcentaje de biocarburante presente en cada litro de combustible (tanto gasolina como diésel). Se pasaría, por lo tanto, del 7,5% actual al 10,5%. Puede que la diferencia no parezca muy grande, pero la clave residen en el precio de los biocarburantes: tienen muchos más impuestos que los fósiles, razón por la que son más caros.
Si su presencia aumenta, también lo hace el precio final de la gasolina y el diésel que los conductores encontramos en los surtidores de la estación de servicio. Según las estimaciones de la Confederación Española de Empresarios de Estaciones de Servicio (CEEES), la entrada en vigor de esta directiva se traducirá en una subida de entre tres y seis céntimos por litro.
¿Cuánto han subido desde el 1 de enero?
Si a esto sumamos el resto de factores presentes en la ecuación, tendremos la explicación para el incremento registrado desde el 1 de enero: el precio de la gasolina ha subido un 17% y el del diésel un 15%. Según el último Boletín Petrolero de la Unión Europea, si comparamos los precios actuales con los de la misma semana de 2022 nos encontraremos con una escalada del 7,8% para la gasolina y del 21,8% para el diésel.
¿Qué cifras medias hay, actualmente, en España? El litro de gasolina cuesta 1,62 euros y el de diésel, 1,68 euros. Cifras con las que llenar un depósito de 55 litros cuesta 89 y 92 euros, respectivamente.
No obstante, el precio de la gasolina y el diésel, en España, sigue lejos de su máximo histórico: la primera está un 16,6% por debajo de los 1,94 euros que pagamos la semana del 20 de junio de 2022 y el segundo es un 11,6% inferior a los 1,9 euros de la semana del 27 de junio. Cifras que, además, son más bajas que la media de la Zona Euro y de la Europa de los 27.