Los Presupuestos Generales del Estado se encuentran en estos momentos en plenos trámites de aprobación parlamentaria. Aún son un Proyecto pendiente de votación y aprobación, pero si se aprueban en su actual estado, esconden una subida de impuestos que encarecerá el litro de combustible en nueve comunidades autónomas. Esta subida de impuestos no tiene nada que ver con la propuesta de equiparar los impuestos del gasóleo con los de la gasolina en el tramo estatal del Impuesto Especial sobre Hidrocarburos: es mucho más real y podría estar en vigor en poco más de seis meses.
¿Por qué podría subir el combustible en nueve Comunidades Autónomas?
Para entenderlo, es necesario hacer un poco de memoria. Concretamente a 2012, momento en que el gobierno suspendió la existencia del «céntimo sanitario», que permitía a las autonomías financiar proyectos medioambientales y sanitarios. Tras esta suspensión, se dividió el Impuesto Especial sobre Hidrocarburos en tres tramos, un tramo general (de 43,1 céntimos/litro para las gasolinas y 30,7 céntimos/litro para el gasóleo), un tramo especial de competencia estatal (de 2,4 céntimos/litro, con indedependencia del combustible) y un tramo autonómico. Este es el tramo «conflictivo», el quid de la cuestión.
Montoro decidió que era una buena idea darles a las autonomías la posibilidad de elegir el tipo de gravamen de este tramo, siempre que no superase los 4,8 céntimos por litro. Algunas comunidades decidieron no cobrarlo, incentivando así a conductores y transportistas a repostar en sus «fronteras». Estas comunidades son Cantabria, Castilla y León, La Rioja, Navarra y País Vasco. Otras lo aplicaron parcialmente: Aragón cobra 2,4 céntimos/litro, Asturias 4 céntimos/litro, Madrid 1,7 céntimos/litro y Extremadura 3,8 céntimos/litro. El resto de CC.AA. gravan con el máximo a sus conductores: 4,8 céntimos/litro.
El problema es que este tramo autonómico del Impuesto Especial de Hidrocarburos no debería existir. Su existencia va en contra de las normativas europeas, que lo que buscan homogeneizar la carga impositiva de los combustibles a nivel nacional. Montoro esperaba que Europa modificase las normativas, alegando razones territoriales excepcionales – ofreciendo así un instrumento de control del déficit a las CC.AA. Sin embargo, las presiones de otros estados miembro de la Unión Europea han impedido que Montoro se salga con la suya. En plata: el tramo autonómico del Impuesto va a desaparecer.
Pero amigos, la banca siempre gana. El tramo autonómico pasa a integrarse en el tramo especial de competencia estatal, y pasa a ser de 4,8 céntimos/litro para todos. Esto provocará que en las autonomías que menos gravaban los combustibles, el litro de combustible llegue a encarecerse hasta un 4%. Según recoge el Proyecto de los Presupuestos Generales del Estado, esta medida busca «garantizar la unidad de mercado en el ámbito de los combustibles y los carburantes». Los Presupuestos aún no están aprobados, pero de aprobarse, esta subida de precios entrará en vigor el próximo 1 de enero de 2019.
En las Comunidades Autónomas donde ya se gravaba el máximo permitido por el tramo autonómico del Impuesto – Andalucía, Castilla-La Mancha, Cataluña, Comunidad Valenciana, Galicia, Islas Baleares y Murcia – no experimentarán cambios en el precio del diésel y la gasolina. Canarias seguirá disfrutando de un régimen impositivo especial al que los Presupuestos Generales del Estado no afectan.