El Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia que España ha presentado a la Comisión Europea se ha convertido en una auténtica caja de Pandora para el mundo del motor. No en vano, contiene unas cuantas medidas que están dando que hablar como la propuesta de establecer peajes en las carreteras nacionales a partir de 2024 o recuperar la subida del diésel, que también tiene fecha: finales de 2022.
Los conductores han fijado la vista en el Componente 28 del citado Plan: ‘Adaptación del sistema impositivo a la realidad del siglo XXI’. Es ahí donde se han incluido las distintas medidas de fiscalidad medioambiental con las que se pretende incentivar comportamientos más eficientes en el apartado energético y en el cuidado del medio ambiente. Una de ellas pasa por eliminar la bonificación al diésel para igualar su tasa impositiva con la de la gasolina.
Los antecedentes
La subida del diésel se ha convertido en un tema recurrente. No en vano, se trata de una medida que la Unión Europea puso sobre la mesa de los Estados miembro hace algún tiempo para descarbonizar el transporte y dar forma a la transición hacia fórmulas alternativas. Estaba incluida dentro de los objetivos relacionados con el cambio climático que los integrantes de la UE se comprometieron a cumplir, como tarde, en 2030. En caso de no hacerlo, Bruselas les castigaría con multas de gran envergadura económica.
La subida del diésel en España
El Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia recuerda que “la combustión del gasóleo provoca emisiones de NO2 y de otras partículas contaminantes que afectan a la calidad del aire de las ciudades” y por ello contempla “la revisión de las bonificaciones de los hidrocarburos utilizados como carburante para la equiparación progresiva de los tipos impositivos en atención a su poder contaminante”.
Tal y como se explica en el documento, los tipos actuales del Impuesto sobre Hidrocarburos son más elevados para la gasolina que para el diésel porque “esta diferencia se basó en la creencia de la menor contaminación de la combustión del diésel, pero en la actualidad se ha demostrado que, para un mismo nivel tecnológico de motor, la contaminación no es inferior”. Una diferencia que ya tiene fecha de desaparición. La revisión para hacer realidad la subida de los impuestos del diésel se producirá “en el cuarto trimestre de 2022”.
¿Cómo se llevará a cabo la subida del diésel?
La pregunta es inevitable, pero antes de responderla es necesario conocer todos los impuestos que hay detrás de las cifras que nos encontramos cuando paramos en una estación de servicio. Además del 21% de IVA común para ambos nos encontramos con:
- Impuesto estatal general: grava la gasolina sin plomo de 95 octanos con 40,07 céntimos el litro y el diésel con 30,7 céntimos.
- Impuesto estatal general: supone añadir 2,4 céntimos de euro por litro para los dos carburantes.
- Tramo autonómico: se armonizó en su momento y pasó a ser de 7,2 céntimos de euro por litro.
A estas tasas hay que añadir la que queda por incorporar a la fiscalidad de los carburantes: la del diésel. El objetivo del Gobierno pasa por introducir esta subida en el Impuesto Especial de Hidrocarburos de forma progresiva, como destacaba el documento. De esta manera todo apunta a que apostará por una pequeña subida anual hasta que se llegue a la equiparación entre el gasóleo y la gasolina.
Se hará, por tanto, de forma escalonada. Cuando se planteó, el incremento estaba dividido en tres fases (2019, 2020 y 2021) y se pretendía aplicar un aumento que iría creciendo de forma sucesiva hasta nivelar la balanza. Queda por ver qué fórmula adoptarán en esta ocasión.
¿Cuánto te costará la subida del diésel?
Hechas las explicaciones vamos con lo que realmente importa a los conductores: las cifras de este incremento. Según la DGT, en España hay 13,5 millones de turismos y 2 millones de vehículos comerciales impulsados por un motor diésel, es decir, algo más de quince millones de afectados. Eso sí, la medida no afectará a los profesionales ni al gasóleo bonificado.
Cuando, en su momento, se planteó esta reforma fiscal, el Ministerio de Hacienda sacó la calculadora para informarles sobre la repercusión que tendría esta medida en su bolsillo. Entonces se habló de un incremento de 3,8 céntimos por litro y se planteó el siguiente supuesto para trasladarla a la realidad: un conductor que hace 15.000 kilómetros con un vehículo cuyo depósito tiene una capacidad de 50 litros.
A la hora de llenarlo el incremento se traduciría en 2,3 euros más (IVA incluido) mientras que su gasto mensual se incrementaría en unos 3,45 euros. Algo que, al año, supondría una subida de unos 41,40 euros.
Teniendo en cuenta que el 49% del precio final del litro de diésel son impuestos frente al 54% del litro de gasolina, la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal cuantificó que la equiparación de impuestos supondría un aumento de la recaudación de 2.393 millones de euros. Una cifra que no se quedaría sólo en las arcas nacionales ya que el 50% del IVA va destinado a las comunidades autónomas así que habría que repartirlo entre los gobiernos regionales.