Elevando precios de forma gradual, pero sostenida durante los últimos meses, ya estamos pagando el combustible más caro que hemos repostado en todo 2023. Llenar el tanque de nuestro coche diésel o gasolina vuelve a suponer un serio esfuerzo económico, más aún quiero decir, pues la tendencia en los precios de los carburantes nos acerca cada vez más a los registros récord que vimos en 2022. ¿Seguirá esta tendencia al alza? ¿Cuál es la razón detrás de esta nueva escalada de precios?
Repostar gasolina de 95 octanos en estos momentos tiene un precio medio en España de 1,738 €/l, mientras que el diésel tiene un precio medio de 1,626 €/l. Hablamos de precios medios en todo el territorio español, pero ya es posible ver en algunas estaciones de servicio a la gasolina de 95 octanos superando los 1,80 €/l y el gasóleo los 1,70 €/l.
La gasolina y el diésel más caros de 2023
Esta subida paulatina que se ha producido en los últimos meses no parece tener una justificación lógica, encontrando ocho semanas consecutivas de alza de precios. Tras el récord histórico de precios alcanzado en 2022 en plena crisis por la guerra en Ucrania y tras el cese de la bonificación de 20 ceéntimos aprobada por el Gobierno, los carburantes moderaron sus precios, sin embargo el actual repunte dibuja una recta final de año complicada a la hora de llenar el tanque de nuestro vehículo.
Más allá de la incertidumbre política y la continuación del conflicto un Ucrania, el efecto «vacaciones» se destapa como el verdadero culpable tras esta escalada de precios vista en los meses de julio y agosto, un periodo donde históricamente siempre hemos encontrado un encarecimiento de la gasolina y el gasóleo aprovechando el mayor número de desplazamientos que se produce. Si ya el 2023 estaba destacando por ser un año donde el consumo de combustible se había incrementado con respecto al anterior ejercicio, salpicado de forma más notable por la crisis energética en Europa, estos dos últimos meses se han convertido en la excusa perfecta para incrementar la facturación siguiendo la tendencia alzista en el consumo.
Eso sí, en estos momentos el barril de brent, que se utliza como indicador de referencia, se sitúa en los 84,76 dólares. Esto quiere decir que se trata de un precio superior al margen de 71-74 dólares en el que se movió a comienzos de 2023, pero también bastante inferior a los más 110 dólares que llegó a cotizarse en junio de 2022.
¿Cómo repostar el combustible más barato?
Con todo, y sin que el Gobierno en funciones se haya pronunciado al respecto de esta situación hasta la fecha, como consumidores sólo nos queda encomendarnos a la búsqueda de las gasolineras más baratas. Al precio actual, llentar un depósito de 50 litros de un coche gasolina tiene un coste de nada menos que 86,9 euros, mientras que el mismo depósito para un coche diésel tiene un coste de 81,3 euros.
Para intentar combatir este alza de precios, tan sólo podemos recurrir a las gasolineras denominadas como Low Cost, que suelen ofrecer precios más bajos en sus carburantes, o echar mano de los descuentos que ofrecen las grandes petroleras a través de sus sistemas de afiliación, descuentos que pueden llegar a superar los 20 céntimos por litro, aunque suelen conllevar letra pequeña y la contratación de otros servicios adicionales.
