Hay fabricantes de coches europeos que son reconocidos por su gran calidad, otros por su diseño. Hay marcas americanas que son iconos del mundo del motor. Pero si hablamos de fiabilidad, no hay duda de que las marcas japonesas siempre han sido una referencia. Por ello, que sea la industria japonesa la que haya analizado el SUV de BYD y esté asombrada por su precio, que parece imposible.
Japón examina a la competencia
Esto no es espionaje industrial, es tratar de conocer a tu enemigo. La industria de fabricación de componentes y repuestos para coches de Japón tiene cierta importancia. Pero no como para competir con los grandes conglomerados chinos con participación estatal. Es por ello que The Central Japan Economic and Trade Bureau ha celebrado un evento donde ha reunido a estas marcas para que puedan conocer de primera mano algunos de los modelos estrella del mercado de coches eléctricos alrededor del mundo.
BYD Atto 3
Ha sido en la exposición que lleva abierta desde el 2022 por parte de una empresa dedicada a las bases de datos de piezas donde se pueden ver los despieces de diferentes coches que deben servir para aprender y tomar referencias. La idea es conocer cómo funciona la industria fuera del país y cómo pueden mejorar dentro. Pero de entre todos, hay un protagonista que se lleva toda la gloria.
BYD Atto 3, el SUV de precio imposible
Durante el evento fomentado por el organismo japonés, el minuto de gloria fue para el BYD Atto 3, uno de los grandes exponentes del mayor desafío al que se enfrenta la industria automovilística japonesa, las marcas chinas.
Su precio imposible fue uno de los focos de las conversaciones, haciendo que una de las preguntas más recurrentes entre los asistentes fuera: «¿Cómo puede ser tan barato?»
Su precio equivale a 30.000 dólares en Japón, siendo un SUV eléctrico completamente equipado que casi puede ser considerado de gama premium. Para ubicarnos: el Tesla «barato» iba costar 30.000 dólares e iba ser un coche que ha acabado siendo un Tesla Cybercab de dos plazas pensado para hacer desplazamientos cortos por ciudad.
La diferencia entre las culturas china y japonesa
Analizar en detalle cada una de las piezas del BYD Atto 3 ha permitido que algunos expertos hayan llegado a conclusiones sobre el vehículo y sobre la diferencia entre la industria china y la industria japonesa.
No solo les ha asombrado que los chinos fueran capaces de crear un coche así con un presupuesto tan limitado, sino que también han podido ver que hay prioridades distintas a la hora de producir un coche.
Kenichi Ito el director de Sanyo Trading que organiza la exposición, explica que «los fabricantes chinos conceden gran importancia a la producción a bajo coste». Además, «la visión de la calidad es diferente a la de los fabricantes japoneses», lo que lleva a que sea muy fácil diferenciar la calidad de las piezas menos relevantes de aquellas que son cruciales para que el coche funcione de forma adecuada.
Aun así, al observar el ensamblaje de la batería, un elemento crucial, surgían dudas sobre la capacidad para resistir el agua que esta podía ofrecer. ¿Será que no esperan ver a conductores de sus coches entrando en lagunas al estilo de la Tesla Cybertruck?
Los secretos de BYD
Pero más allá de alguna duda respecto a la fiabilidad del sellado de la batería y esa diferencia a la hora de elegir calidades, lo que ha habido han sido halagos hacia un proceso de diseño que ha permitido a BYD empezar a ser uno de los grandes fabricantes de coches del mundo.
Y es que una de las cosas que más ha sorprendido a la industria japonesa se resume en las palabras de Sho Kato de Nissin Seiki: «el pequeño número de piezas de BYD y Tesla».
En lugar de contar con una gran cantidad de piezas diferentes, BYD y Tesla han trabajado mucho para aglutinar los componentes en grupos mayores, permitiendo una fabricación en masa más óptima.
El motor compacto de BYD
Un ejemplo es el sistema de propulsión eléctrico E-Axle de BYD. Ocho componentes que incluyen el motor, el inversor, el reductor, el cargador de a bordo y el convertidor DC-DC. Todo en un único bloque. Más fácil de fabricar, de distribuir, y de integrar en distintos tipos de vehículo.
Por cierto, eso último también se destacó por parte de la industria japonesa como una de las claves de las marcas chinas, reutilizar al máximo sus componentes entre casi la totalidad de los modelos que sacan al mercado. Es fácil ver piezas del BYD Atto 3 en coches como el compacto urbano Seagull, por ejemplo, aun costando tres veces más.
La clave de todo está en la batería
Y la última clave está en la autoproducción. Tanto BYD como Tesla se caracterizan por producir una grandísima cantidad de piezas en sus fábricas para sus coches. De ahí que no requieran de la producción de fabricantes de componentes externos. Sin ir más lejos, la batería es un demostración de ello. Y es que BYD nació siendo un fabricante de baterías, y ha crecido precisamente como ello, a la par que desarrollaba su negocio en el mundo de los coches.
La fusión de ambas líneas de negocio es una ventaja que prácticamente ninguna otra marca del mercado puede lograr. La batería supone aproximadamente un tercio del coste de un coche eléctrico. Y BYD es un gigante de las baterías. De hecho, es el segundo fabricante de contenedores energéticos del mundo, con un cuarto de la producción mundial, siendo solo superada por CATL, que tiene un tercio.
Y la pregunta que surge es, ¿se puede competir contra eso? Puede que en determinados niveles de calidad. Pero en precio, hoy por hoy, resulta prácticamente imposible.
Aunque el BYD Atto 3 está disponible en España por unos 37.900 euros, que es algo más de lo que cuesta en Japón, es un rival muy serio para el Tesla Model Y, con el que compite en prestaciones, y arrasa en precio.
