El segmento de las maxi-scooter ha cambiado mucho en los últimos años, con modelos deportivos, motos de estilo crossover e incluso aptitudes trail en motos como las Honda X-ADV. En su forma más pura, la maxi-scooter destaca por su espacio a bordo, su componente práctico y un extra de potencia y prestaciones con respecto a motos más pequeñas. Una de las maxi-scooter con más tradición es la moto que protagoniza este artículo. Una maxi-scooter purista de origen japonés, cómoda como pocas y espaciosa. Eso sí, es bastante veterana y no es asequible.
Suzuki Burgman 400 2023: la maxi-scooter más cómoda
La historia de las Suzuki Burgman se remonta a finales del siglo XX, y ya entonces existían versiones maxi-scooter de esta popular moto urbana. Si hablamos de la Suzuki Burgman 400, hablamos de la tercera generación de una moto lanzada al mercado en 1998. La tercera generación llegó a Europa en 2018, ya compatible con la normativa anticontaminación Euro 5, y apostando por una mayor ligereza y potencia, buscando esa deportividad que tanto vende en el segmento. Con todo, las Burgman 400 siguen siendo de las motos más amplias y cómodas entre sus rivales.
Fotos de la Suzuki Burgman 400
Uno de los atributos más destacables de las Suzuki Burgman 400 es su postura de conducción relajada, con un asiento a solo 75,5 cm del suelo. Esto nos permite apoyar los pies completamente en el suelo cuando nos paremos, y además, la posición del manillar hace que pilotemos de forma erguida. El asiento, por cierto, es muy cómodo y de gran tamaño. Lo mismo puede decirse del asiento del acompañante, algo más alto, igual de grande y con dos grandes asideros. Es una de las scooter más cómodas del mercado para dos pasajeros.
El carácter práctico de esta moto es una de sus señas de identidad. Bajo su asiento cabe un casco integral y un casco tipo jet, tiene amplias guanteras delanteras y además de la pata de cabra, cuenta con caballete central y freno de mano, algo poco común y que puede ser muy útil al estacionar en zonas con fuertes pendientes. La parte ciclo de esta scooter tiene como corazón un motor monocilíndrico de cuatro válvulas, refrigeración líquida y 400 cc. Desarrolla 29 CV de potencia, es conocido por su fiabilidad, y consume 4,0 l/100 km.
Este motor se une a un depósito de combustible de 13,5 litros, para una autonomía real superior a los 250 km en un uso mixto. La potencia pasa al tren trasero mediante el clásico variador continuo con embrague centrífugo. La rueda delantera tiene 15 pulgadas y la trasera 13, en busca de una mayor estabilidad en zonas rápidas, pero manteniendo cierta agilidad urbana. En ese aspecto, su actual generación ha reducido su peso hasta los 218 kilos en orden de marcha. No es una moto ligera ni pequeña, pero se puede defender con cierta soltura.
Tiene dos discos de freno delanteros de 260 mm de diámetro, con un disco trasero de 210 mm. El ABS de doble canal es de serie, al igual que un sistema de control de tracción. La horquilla delantera tiene 41 mm de diámetro y el amortiguador trasero tiene 7 ajustes de precarga posibles. Aun siendo una moto de mucha calidad, construida en Japón y con una personalidad marcada, sus rivales coetáneas se perciben más punteras y modernas, más frescas. Con todo, quien sepa ver más allá de la novedad, puede encontrar en la Burgman 400 una gran moto.
Y claro, las grandes motos… hay que pagarlas. El precio de la Suzuki Burgman 400 puede ser uno de sus grandes hándicaps: arranca en 8.075 euros. Una Honda Forza 350 cuesta 6.350 euros, una diferencia sustancial con respecto a esta Burgman, superior en tamaño, pero no en prestaciones o potencia. Lo mismo ocurre con la Yamaha XMAX 300, de 6.499 euros. La BMW C 400 GT, más moderna y vistosa, y 5 CV más potente, arranca en 8.290 euros. No es una moto de tanta calidad, pero sí puede resultar más atractiva de cara a sus potenciales clientes.
Fotos de la Suzuki Burgman 400