El Suzuki Jimny bien podría ser el Coche del Año de Diariomotor. Este pequeño todoterreno es un verdadero juguete y en repetidas ocasiones nos ha demostrado que es capaz de aguantar el tipo a los todoterrenos más serios y caros del mercado. Lo hemos enfrentado a un Toyota Land Cruiser, a un Mercedes Clase G e incluso a un Lada Niva, y ante todos ellos ha demostrado ser una máquina excepcional. Aunque es un todoterreno muy barato, una unidad bien equipada se va por encima de los 23.000 euros… sin contar la lista de espera. ¿Y si te dijéramos que puede comprar un Suzuki Jimny nuevo por poco más de 12.000 euros?
Por supuesto que hay truco tras el titular, pero es que no habrías llegado hasta aquí, ni te hubieras quedado a descubrir lo fascinante que es este coche. De antemano, te pido disculpas si te hemos defraudado. El «oscuro» secreto tras este Suzuki Jimny es que solo lo podrás comprar si vives en Japón. Es un Suzuki Jimny tipificado como kei car, y la versión más básica del todoterreno japonés. El Suzuki Jimny con motor de 1,5 litros que podemos comprar en Europa es vendido en Japón como Jimny Sierra, y tanto su cilindrada como su anchura lo excluyen de la ventajosa clasificación de kei car.
Suzuki Jimny PRO
Los kei car son coches que no superan los 3,4 metros de longitud. Son muy estrechos y sus motores no pueden desarrollar más de 64 CV, ni tener más de 660 centímetros cúbicos de cilindrada. A cambio, consumen muy poco combustible, se aparcan muy fácilmente en las estrechísimas calles japonesas y presumen de ciertas exenciones impositivas. Este Suzuki Jimny cumple todas las condiciones para ser considerado un kei car. Mide 3,39 metros de largo – no monta una rueda de repuesta en su portón trasero por ello – y solo 1,47 metros de ancho.
En sus entrañas, no tenemos un motor de cuatro cilindros. Si no un pequeño motor de tres cilindros, 660 centímetros cúbicos y 64 CV de potencia. Lo máximo que permite la normativa de los kei car. Este molinillo de tres cilindros manda la potencia a las ruedas a través de un cambio manual de cinco relaciones, o un sencillo cambio de convertidor de par y cuatro relaciones. Las ruedas a través de las que pasa la potencia al suelo son estrechas, con solo 175 mm de sección… y un perfil 80. Neumáticos propios de un utilitario de hace más de una década, en verdad.
Ahora bien, puede que no tenga una gran potencia, pero el Suzuki Jimny de acceso pesa solamente 1.030 kilogramos. Y todo el hardware 4×4 está donde debe estar. Cuenta con el mismo chasis de largueros y travesaños de las versiones europeas, dos ejes rígidos, reductora y el avanzado control de tracción off-road que le permite trepar por sitios aparentemente imposibles. Y sin duda, lo mejor de todo es que arranca en solo 1.485.000 yenes japoneses, que al tipo de cambio… son solo 12.151 euros. Poco más de lo que cuesta un utilitario, pelado de equipamiento.
Su versión más básica es espartana hasta la médula, pero todo el sistema 4×4 está en su lugar, y realmente, no es necesario mucho más en un juguete todoterreno. Incluso nos gusta más con sus sencillas llantas de chapa de aspecto retro. Nos hace imaginar que estamos conduciendo un pequeño Samurai, su abuelo. De hecho, Suzuki ofrece una amplísima selección de accesorios para el Jimny – amplísima de verdad, echad un ojo a este PDF – y entre ellos se encuentran paquetes estéticos que asemejan su estética al de un todoterreno de los años ochenta. Estamos absolutamente enamorados.
Es una verdadera pena que el Jimny básico no se venda en Europa. Podría ser la solución al problema del actual Jimny: sus emisiones de dióxido de carbono son altas, y a causa de ello, la marca limitará su disponibilidad, para evitar que la media de emisiones en su flota no se dispare. Esto acabará con el actual Jimny, si no se busca una solución. Una solución que existe, y acabáis de conocer.