Pensar en un compacto deportivo es pensar en la misma fórmula: coche válido para el día a día de cómo mínimo 250 CV procedentes de un motor turbo de cuatro cilindros. Y no, no es una mala fórmula, pero puede llegar a ser cansina. ¿La solución? Tener la personalidad suficiente como para optar por coches tan peculiares y exóticos como el Suzuki Kizashi, o lo que es lo mismo, una berlina de 178 CV, con posibilidad de ser 4×4, una puesta a punto deportiva y con un precio en el mercado de ocasión de 12.000 euros.
El Suzuki Kizashi es la berlina anti-compactos deportivos de la que te has olvidado
Probablemente quien esté buscando de segunda mano coches como un Golf GTI, un Audi S3 o un Hyundai i30 N no piense en la berlina de Suzuki, pero no resultaría descabellado hacerlo. Primero, y aunque sea muy subjetivo, por el diseño que ofrece el Kizashi, el cual no solo aguanta bien el paso del tiempo, sino que también es sumamente atractivo, o al menos bajo mi parecer.
Suzuki Kizashi
Y aunque bien es cierto que el interior está algo obsoleto, el Suzuki Kizashi ofrece calidades más propias de marcas premium que de generalistas, así como un generoso equipamiento de serie conformado por elementos como techo solar, acceso y arranque sin llave, climatizador bi-zona, asiento del conductor con memoria o asientos calefactados entre otros.
También hay que destacar su buena habitabilidad, así como un maletero de 465 litros bastante decente y apto para el equipaje de cuatro personas. Pero lo realmente interesante del Suzuki Kizashi y lo que lo hace un digno rival de compactos deportivos de la época es su puesta a punto.
El principal protagonista es un motor de cuatro cilindros y 2.4 litros atmosférico que desarrolla 178 CV y 230 Nm de par. Son cifras gestionadas por medio de una caja manual de seis relaciones de recorridos cortos y precisos -en opción se podía optar por una caja CVT asociada a la tracción total-, y permiten un 0 a 100 en 7,8 segundos y una velocidad punta de 215 km/h. Y aunque no podría pensar que el consumo es elevado, nada más lejos de la realidad con medias en autopista que coquetean ligeramente con los 6,5 litros a los 100.
Y no, el Kizashi no es un coche especialmente rápido -está en la media de berlinas y compactos de la época de 200 CV-, pero te da igual una vez que lo conduces en una carretera de curvas. Y es que mientras que su suspensión dura y seca lo hace un coche algo incómodo en ciudad, permite que sea preciso y un devorador de curvas nato en un tramo de montaña. A ello contribuye también un buen chasis, una dirección comunicativa y precisa y un motor que es más que suficiente para disfrutar y movernos con soltura.
Ahora bien, ¿qué pasa cuando buscamos un Suzuki Kizashi en el mercado de ocasión? Lo primero es que hay muy pocas unidades, pero todas ellas con un precio de media de 12.000 euros. La mayoría superan ligeramente los 100.000 kilómetros, y los que aún no los han alcanzado suelen estar a la venta por el entorno de los 15.000 euros.
También es posible encontrarnos con unidades con cerca de 200.000 kilómetros, lo que provoca que el precio baje de los 10.000 euros. Y sobre todo existen bastantes Kizashi con el cambio automático CVT y tracción total, una transmisión que si bien es fiable y barata de mantener, resta deportividad al conjunto.
Puntos positivos:
- Exclusivo y difícil de ver
- Diseño atemporal y atractivo
- Calidades interiores
- Equipamiento muy completo que cumple con los estándares actuales
- Espacio interior
- Puesta a punto
- Sensaciones de conducción
- Etiqueta C
Puntos negativos:
- Muy pocas unidades a la venta en España
- Posibles problemas a la hora de encontrar recambios
- Suspensión dura para circular con asiduidad por ciudad
- Difícil reventa al ser un coche raro y poco conocido