Un motor de 2 tiempos, con 3 cilindros en V refrigerados por agua que sumaban una cilindrada total de 50cc. Desarrollaba una potencia máxima de 19CV a 20.000 rpm y las reglas de la competición se pusieron en su contra antes de poder salir oficialmente a competir en pista. Hablamos de la Suzuki RP68 y su maravillosa unidad de potencia.
Una década de batallas
En los años 60, las Honda de cuatro tiempos y las Suzuki de dos tiempos protagonizaron una dura batalla en las carreras de 50cc. Concretamente en 1965, Honda se llevó el gato al agua ganando el título con su Honda RC115 bicilíndrica.
En ese momento Suzuki comenzó a desarrollar la supermotocicleta con el motor triciíndrico que nos ocupa. Cosa que en parte lograron gracias a un tal Ernst Degner. Un piloto que desertó de Alemania llevándose consigo los conocimientos sobre cámaras de expansión de MZ (fabricante alemán de motos). Tenían todas las armas sobre la mesa para crear lo que ves en la galería de imágenes cortesía de Motospot.
El pequeño gran motor
Los ingenieros crearon un motor de aluminio y magnesio refrigerado por agua con un diseño de tres cilindros en V a 90°. Con un tamaño de cilindro de 28 por 26,5 mm (16,62cc por cilindro), los pistones increíblemente pequeños corrían dentro de camisas prensadas, cada una transmitiendo potencia a su propio cigüeñal con cojinetes de bolas.
Utilizando válvulas rotativas y carburadores Mikuni de 20 mm, el V3 era capaz de entregar 19 CV a 20.000 rpm. Esto equivale a 380 CV/litro, unos 193CV/litro más que un Bugatti Chiron. No hay más que añadir.
Pero no es oro todo lo que reluce. La gran potencia de este «motorín» Suzuki se producía a expensas de una banda de potencia estrictamente estrecha de 500 rpm. ¿Qué significa eso?
El gran desafío mecánico y un fin injusto
Ese rango de utilización de 500 rpm implicaba el uso de una transmisión de 14 marchas. Sí, 14 cambios de marcha con una frecuencia de cambio realmente baja si se quería exprimir debidamente el potencial de la moto que, por cierto, alcanzaba los 200km/h. La propia caja era la encargada de hacer girar la bomba de agua y de aceite del motor.
Suzuki había creado un monstruo con alto potencial de ser campeón, pero en 1967 la Federación Internacional de Motociclismo dijo que los motores de 50cc del Campeonato Mundial de Velocidad solo podrían ser monocilíndricos y contar con una caja de cambios de un máximo de 6 marchas.
La RP68 se encontraba en una fase muy avanzada de desarrollo al momento del anuncio. Tanto, que competiría ese supuesto año siguiente en el que entraba el reglamento. Es una lástima, pero seguro que Suzuki pudo adquirir conocimientos para el futuro gracias al desafío técnico que supuso crear esta motocicleta con unas prestaciones casi legendarias.