Las etiquetas medioambientales de la DGT se han convertido ya en algo más que una simple pegatina. Pese a que es la propia DGT la que está gestionando la clasificación de los vehículos en función de sus emisiones contaminantes, en ocasiones la pegatina recibida no es correcta. ¿Cómo actuar si has recibido una etiqueta que no se corresponde con los valores contaminantes de tu vehículo?
Fue en 2016 cuando se aprobó el uso de las mencionadas «etiquetas medioambientales», una medida que se enmarcaba dentro del Plan nacional de calidad del aire y protección de la atmósfera 2013-2016 (Plan Aire). Tras dos años, su aplicación se ha extendido notablemente e, incluso, en algunas ciudades como Madrid, su uso será obligatorio en los próximos meses.
¿Etiqueta ambiental equivocada? Aún puedes solucionarlo
En ocasiones, los conductores están recibiendo etiquetas ambientales que no se corresponden con las que deberían recibir. Si crees -o has constatado ya- que has recibido una etiqueta ambiental que no es la que debería llevar tu coche, puedes solucionarlo, aunque te va a costar tiempo y, dependiendo de la situación, también dinero.
Si has recibido una etiqueta inferior a la que te corresponde, lo primero que has de hacer es acercarte a tu jefatura de Tráfico más cercana con toda la documentación pertinente: DNI de la persona propietaria del vehículo, permiso de circulación y ficha técnica del coche. Con eso, y tras admitir la DGT su error, podrás solicitar una nueva etiqueta sin coste, que será remitida a tu domicilio en un plazo que rara vez supera los 15 días.
El tema se complica algo más si en los registros de la DGT tu vehículo aparece homologado bajo una normativa anticontaminación que no le corresponde. Pese a que las etiquetas ambientales utilizan teóricamente las normas anticontaminación para distinguir entre vehículos, en la práctica se está utilizando la fecha de primera matriculación, lo que puede dar lugar a equívocos.
Cuatro diferentes etiquetas medioambientales
Son cuatro las etiquetas medioambientales que utiliza la DGT:
- CERO: destinadas a los vehículos 100% eléctricos, propulsados mediante una pila de combustible de hidrógeno o vehículos híbridos enchufables cuya autonomía en modo eléctrico es superior a los 40 kilómetros.
- ECO: vehículos híbridos convencionales, híbridos enchufables con una autonomía eléctrica inferior a 40 kilómetros, vehículos alimentados por gas natural (GNC o GNL), o vehículos alimentados por gas licuado de petróleo (GLP). Adicionalmente, deberán cumplir las especificaciones de la etiqueta «C».
- C: las etiquetas C (verde) están destinadas a los vehículos de gasolina que cumplen las normas de emisiones Euro 4 o posteriores, siendo también las que se utilizan para los vehículos diésel que cumplen la norma de emisiones Euro 6 o posterior.
- B: en el caso de las etiquetas B (amarillo), los vehículos de gasolina que pueden optar a ellas son las que cumplen la normativa anticontaminación Euro 3, siendo las adecuadas para los vehículos diésel que cumplen la normativa anticontaminación Euro 4 y Euro 5.
Si el propulsor de tu coche de gasolina cumple la norma Euro 4 pero fue matriculado antes de 2006, posiblemente recibas una etiqueta «B». Si quieres enmendar esto, vas a tener que demostrar de alguna forma que tu coche fue homologado bajo una norma a la que ya le corresponde la etiqueta «C».
Para eso, deberás contactar con el fabricante de tu vehículo para que te expida un certificado de conformidad en el que conste la normativa anticontaminación bajo la que fue homologado el propulsor de tu vehículo, un documento que tendrás que pagar. Tras ello, deberás acercarte a la DGT con toda la documentación antes mencionada junto con el certificado de conformidad para que cambien la calificación ambiental de tu coche, solicitando por fin la etiqueta ambiental que de verdad te corresponde.