¿Qué 5 tendencias se impondrán en los coches que veremos próximamente por la calle?. Como ya habrás podido imaginarte, los SUV serán los grandes protagonistas de lo que está por llegar. Pero no los únicos. Las grandes cifras, los que más crecerán, y probablemente los que más se venderán, serán los crossover y todos aquellos coches que tengan aspecto de SUV. Y por ellos, también veremos cómo desaparecen muchos productos, ¿qué sucederá con los monovolúmenes, los coupés, los compactos de tres puertas, y hasta el sedán más tradicional? La proliferación de los coches eléctricos también supondrá grandes cambios para la imagen de los coches que nos encontraremos por la calle en los próximos años.
Habrá muchos coches de tipo SUV de nicho
La moda de los SUV, lejos de remitir, estará cada vez más presente en las intenciones de compra de los clientes. Eso nos llevará a un esfuerzo incluso mayor de los fabricantes por satisfacer las necesidades de su clientela, que ya no solo redundará en que cada marca cuente con un SUV en cada segmento tradicional, sino también en la llegada de coches que irán dirigidos cada vez a nichos más concretos y pequeños. Un ejemplo muy próximo, y de sobra conocido, lo tenemos en los BMW X4 y BMW X6, que surgieron apuntando a la idea del SUV con diseño de coupé.
Volkswagen T-Roc
El BMW X2 es unos centímetros más corto que el BMW X1, y es más caro, pero con un maletero más espacioso, y un diseño más deportivo, busca cautivar a una clientela diferente.
Pero eso fue solo el principio. Cada vez nos encontraremos con más SUV y crossovers – y no solo entre las premium – que se salen de los segmentos más habituales para ofrecer nuevos alicientes a sus clientes como son diseño, deportividad y exclusividad, a menudo a cambio de un precio alto, o menos espacio para su tamaño. Véase el ejemplo del Toyota C-HR.
Volkswagen ha pasado de tener una oferta SUV inferior a la de muchos de sus rivales, a encontrar sitio para un crossover compacto entre los segmentos B y C, entre el futuro T-Cross y el Tiguan, con el Volkswagen T-Roc.
Esa lucha para competir en el segmento SUV y luchar por nichos más pequeños es la que están siguiendo las premium alemanas, con productos como el BMW X2, o con otros dos modelos que llegarán más temprano que tarde, como el Mercedes GLB y el Audi Q4. De alguna forma esa habría sido también la estrategia de Volkswagen para encajar un Volkswagen T-Roc entre T-Cross y Tiguan.
Productos como el Ford Fiesta – el de la fotografía es un ST – son una rareza, en un mercado en el que cada vez hay menos turismos de los segmentos B y C con carrocería de tres puertas.
El fin de los coches compactos de tres puertas
Tal y como hemos venido comprobando en los últimos años, la tendencia general pasa por relegar al turismo compacto y pequeño al cinco puertas, y a pingües excepciones como son los prácticos familiares, con una carrocería alargada para ofrecer más espacio. Los turismos de tres puertas son cada vez menos interesantes en términos comerciales. Sus ventas han remitido drásticamente y han dejado de ser rentables para los fabricantes. De hecho, si hace solo unos años era fácil encontrarnos al menos una opción de tres puertas en cualquier utilitario del segmento B, o el segmento C, en los últimos años hemos visto cómo la oferta se ha reducido hasta limitarse a algunos productos, con unas ventas cada vez más próximas a lo testimonial.
El próximo Audi A3 probablemente prescindirá de carrocería de tres puertas, como sucederá con el SEAT León y ya ha sucedido con los Volkswagen Polo y SEAT Ibiza.
El Peugeot 5008, en la imagen superior, y el Peugeot 3008, son dos ejemplos de cómo la salida de muchos monovolúmenes está siendo, y será, la de transformarse en un SUV.
Menos oferta de monovolúmenes, sedanes, coupés
La oferta de productos con carrocerías que se salgan del SUV, será cada vez menor. Los más damnificados serán muy probablemente monovolúmenes, el sedán de cuatro puertas, y los coupés.
Peugeot ha sido una de las marcas en la que más claramente ha influido el auge de los SUV, haciendo que dos de sus monovolúmenes, el 3008 y el 5008, se transformarán en un SUV. También hay casos llamativos en productos como el Renault Scénic, que sin asistir a un cambio tan radical y llamativo, sí que debe su estética al diseño que más atrae a los clientes de los SUV y los crossover.
En otros casos, como el del Volkswagen Scirocco, hemos visto cómo fabricantes cubrían la necesidad de sus clientes de adquirir un coche de estilo diferente, y aspiracional, lanzando un crossover como el T-Roc, y retirando el Scirocco.
Mercedes-Benz tendrá una gama de eléctricos muy bien diferenciados estéticamente, en la que habrá sitio para compactos y crossovers, con carrocerías independientes.
Gamas dedicadas a los coches eléctricos, de diseños futuristas
Salvo por algunas excepciones, las más destacadas las del Nissan Leaf, el Renault Zoe y el BMW i3, muchos de los eléctricos que hemos visto en los últimos años se basaban en versiones sobre carrocerías ya conocidas, la de un Focus, la de un Golf, la de un smart Fortwo, etcétera.
Próximamente veremos cómo muchos fabricantes crean gamas enteras, y con varias carrocerías, muy diferenciadas del resto de sus productos y centrados única y exclusivamente en coches eléctricos. Al Hyundai iONIQ, que ciertamente dispone de mecánicas híbridas, se unirán la nueva gama I.D. de Volkswagen, los EQ de Mercedes, y los nuevos e-Tron de Audi – que ya no derivarán de modelos como el A3. La mayoría apostarán por diseños futuristas y algunos, como Honda, también por lo retro.
También veremos muchos crossover eléctricos, y quizás esa sea la opción que mejor aprovecharán los fabricantes que, como Jaguar con el nuevo I-PACE, directamente quieren entrar en el mercado eléctrico con un crossover.
Volkswagen quiere comercializar productos que, como el prototipo de MOIA de la imagen superior, estarán destinados a soluciones de movilidad muy concretas.
Coches futuristas que utilizarás pero no comprarás
El auge del car sharing, y las tecnologías de conducción autónoma, nos llevarán a utilizar coches de diseños muy futuristas que probablemente romperán con todo lo establecido hasta ahora. Tendrán diseños eminentemente prácticos, pensados para maximizar el espacio y adaptarse a determinadas funcionales y, ante todo, no los compraremos.
Toyota nos presentaba recientemente un prototipo de este tipo y Volkswagen ya tiene bien definido el concepto de vehículos que integrarán sus flotas de coches autónomos para la ciudad, como el prototipo del proyecto MOIA que ves más arriba.