No es ningún secreto que Elon Musk, CEO de Tesla, SpaceX y X, lo que antaño fue Twitter, ha sido uno de los grandes apoyos en la carrera de Donald Trump de vuelta a la Casa Blanca. Musk liderará el departamento de eficiencia (siglas Department of Government Efficiency, que forman DOGE, la criptomoneda del propio Musk), pero al mismo tiempo ha apoyado una medida contradictoria. Y, quizás, el contraejemplo de lo que se debe hacer en Europa.
Trump planea eliminar los subsidios para coches eléctricos y Tesla lo apoya
Trump ha dejado claras varias cosas, una de ellas que va a cumplir promesas de su campaña electoral, según su equipo de transición. Y una de ellas es precisamente eliminar las ayudas para la compra de coches eléctricos de hasta 7.500 dólares que Tesla incluye en sus precios de venta en Estados Unidos. Ahora bien, según varios representantes suyos han comunicado al equipo de transición, Tesla se muestra partidaria de acabar con esos subsidios (Reuters). ¿Por qué? Muy sencillo.
Además de Tesla, buena parte de la industria del petróleo y el gas se ha mostrado a favor de acabar con estos subsidios. Se trata de una medida del gobierno de Joe Biden que se está replanteando por parte de un equipo de transición de políticas energéticas que lidera Harold Hamm, magnate del petróleo, habiéndose celebrado varias reuniones en días recientes donde Musk ha estado también presente.
¿No afecta esto a Tesla negativamente?, estaréis pensando. Musk afirmó a principios de 2024 que podría reducir un poco las ventas de Tesla en Estados Unidos, su mercado principal. Ahora bien, a sus competidores de coches eléctricos, como General Motors, Ford, Rivian y demás sería un golpe devastador. De hecho ya se ha notado en la bolsa, con un descenso del 6% para Tesla y un 11% para Rivian en la bolsa de Nueva York (Automotive News Europe).
Para que nos hagamos una idea, en este tercer cuatrimestre de 2024 la mitad de las ventas de eléctricos en todo Estados Unidos eran Tesla, siendo la otra mitad todo lo demás – un cambio notable frente a principios de 2020, cuando Tesla contaba con el 80% de la cuota de mercado. El único lugar donde Tesla no domina entre los eléctricos es en China y específicamente contra BYD, si bien Trump ya ha avisado con posibles políticas en contra de coches con software de procedencia china.
Los subsidios son vitales para facilitar la transición a ciudadanos y fabricantes
Eso sí, no va a ser tan fácil como cortar las ayudas y sanseacabó. Algunas de estas políticas de energías limpias de Biden son populares y están insuflando dinero en varios de los estados donde el partido republicano ha arrasado en las urnas. Tanto GM, Ford y Jeep, los grandes de Detroit, se podrían ver afectados, así como Hyundai, quien se alió con General Motors en septiembre para trabajar juntos en coches eléctricos para ahorrar costes.
Todo esto nos enseña, de nuevo, que aún es pronto para cerrar el grifo de los subsidios para facilitar la compra del vehículo eléctrico si se pretende realizar una transición viable para la ciudadanía. En Alemania y Francia se ha notado este año – y este ejemplo demuestra el daño potencial que podría hacer a muchos fabricantes a día de hoy, al menos hasta que no se consiga fabricar más barato como plantea Renault, imitando a los chinos aprendiendo de ellos directamente en Shanghái.