Esta semana arrancaba con una noticia que ilusionaba a quienes desean un automóvil eléctrico económicamente accesible, pero seguro, moderno y capaz. Al menos, estos son los adjetivos que deberían caracterizar al “Tesla barato” o al modelo más asequible con el que contará en su gama de producto la marca norteamericana. Según informa Reuters, este BEV compacto de nueva generación se fabricará en Europa.
La odisea del fabricante con el Cybertruck en Estados Unidos y su objetivo de vender 20 millones de coches al año para 2030 podrían acelerar los planes previstos para el que será el mayor rival del Citroën ë-C3 (2024) y de sus inminentes alternativas en Volkswagen o Renault (2025).
El pasado viernes, 3 de noviembre de 2023, Elon Musk visitó la planta que su empresa posee en Alemania. Allí, con base en fuentes de la citada agencia de periodismo, el CEO comentó el proyecto del “Tesla barato” (por ahora se desconoce su nombre oficial) a los más de 11.000 empleados que trabajan en esas instalaciones. Son las únicas de la firma en el Viejo Continente a la espera de novedades sobre la hipotética factoría que podría construirse en Valencia próximamente.
En su escrito, Reuters habla de un coche con un precio de 25.000 euros, pese a estar ensamblado en Berlín, y cuyo desarrollo se encontraría en un estado relativamente avanzado, aunque no especifica el comienzo de la producción. Con todo, sí sabemos que Musk y sus colaboradores planean duplicar la capacidad de la fábrica germana hasta el millón de unidades anuales “en el corto plazo”.
Un Tesla pequeño de 25.000 € por y para Europa
Durante muchos meses seguidos, el Tesla Model Y es el modelo de coche más vendido de Europa en términos absolutos, superando a automóviles térmicos que, además, son mucho más baratos, tradicionales y pequeños. Los de Austin son conocedores de que en la otra orilla del Atlántico estamos dispuestos a abrazar la famosa transición energética, tecnológica y supuestamente ecológica que nuestros dirigentes políticos han impuesto, si bien esto no funciona (ni lo hará) al mismo ritmo en todos los países.
Respondiendo a las necesidades del conductor medio europeo, Tesla tiene intención de fabricar su eléctrico de “reducidas dimensiones” (probablemente entre 4 y 4,5 metros de longitud) en estas latitudes, al tiempo que se enfrenta a las propuestas de Stellantis, Renault o Volkswagen, la mayoría de las cuales llegarán en un máximo de dos años. Así le será más sencillo implementar su logística.
Tesla, que no ha hecho comentarios al informe de Reuters, ya ha construido 5 millones de coches eléctricos y cada vez tarda menos en llegar al siguiente millón, pues controla perfectamente sus operaciones y ha sido más agresiva que nadie con sus tarifas en 2023. Sin embargo, en vista de una posible ralentización, la adopción masiva de BEV, fundamentada en sus ambiciosos planes de expansión, pasa necesariamente por un modelo de gran volumen que revolucione el sector.
En 2022, los americanos reconocieron que no dominaban la tecnología ni los costes para conseguir un compacto o utilitario “barato” y claramente orientado al grueso de la población occidental. Ahora, debido a una innovación estructural que simplifica enormemente el proceso de producción, parece que la chispa vuelve a encenderse en Tesla.