La cuenta de Twitter de Elon Musk continúa siendo una fuente constante de noticias y actualizaciones sobre Tesla. Si ayer os hablábamos del futuro paquete opcional SpaceX para el Tesla Roadster, hoy hemos de hablar de coches mucho más tangibles y reales, concretamente de los Tesla Model S y Tesla Model X, hasta la llegada del Tesla Model 3 los coches eléctricos más vendidos de la marca. La gran noticia es que ésta será la última semana en la que se puedan encargar con una batería de 75 kWh de capacidad. A partir del domingo desaparecen estas versiones de acceso a la gama.
El anuncio ha tomado por sorpresa a muchos potenciales compradores, que deben darse prisa si quieren comprar un Model S o un Model X de acceso. A partir del domingo la única batería disponible en ambos coches tendrá 100 kWh de capacidad, y a consecuencia de ello, su precio de partida se incrementará en varios miles de euros. Una consecuencia irremediable de la mayor autonomía y prestaciones de las versiones 100D y P100D que pasan a componer exclusivamente las gamas de los Model S y Model X. ¿A qué se debe este movimiento? ¿Hay alguna explicación para encarecer sensiblemente estos dos coches?
Tesla Model X
Podríamos pensar que uno de los motivos sea el lanzamiento del Tesla Model 3, cuya producción ya va viento en popa en estos momentos. Su versión Long Range – que por el momento es la única que está a la venta en Europa – monta una batería de 75 kWh de capacidad. Podría ser una forma de empujar a buena parte de los clientes hacia el último lanzamiento de la marca. Ahora bien, la realidad posiblemente sea de naturaleza técnica, y posiblemente tenga que ver con ciertos rumores, que sugieren el desarrollo de una nueva familia de baterías para los Tesla Model X y Tesla Model S.
Esta familia de baterías se asemejaría más a la estructura de la batería del Tesla Model 3, compuesta por 2.170 celdas. Hasta el momento, los Model S y Model X emplean tecnología Panasonic y sus baterías tienen la friolera de 18.650 celdas. Sea como fuere, el anuncio de la desaparición de estas baterías de acceso ha coincidido en el mercado estadounidense con la reducción de las subvenciones federales a la compra de coches eléctricos. En el caso de Tesla, la reducción de las subvenciones – eran de 7.500 dólares y se han reducido a la mitad – se debe al volumen de marcas de la venta, ya elevado.
Tesla respondió con un descuento directo de 2.000 dólares en todos sus coches, pero a las pocas semanas saca del mercado a sus versiones de acceso. Al fabricante estadounidense no le interesa subir los precios de sus coches en exceso, pero la desaparición de las baterías de 75 kWh provoca exactamente eso. En nuestro mercado implicará que el Tesla Model S más barato pase de los 90.600 euros a la friolera de 112.200 euros, mientras que el Model X incremente su precio en más de 15.000 euros, arrancando ahora en 115.800 euros. Tesla no ha ofrecido información oficial al respecto de este anuncio.
Fuente: Electrek