El coche eléctrico sigue ganando terreno poco a poco, gracias también al impulso de los propios fabricantes, en especial aquellos que están avanzando hacia una movilidad 100% eléctrica en un plazo de tiempo muy corto o, como Tesla, han nacido con el propósito de comercializar únicamente vehículos electrificados. Ahora Tesla cumple una promesa que llevábamos años escuchando: algunos Supercharger ya funcionan con otros vehículos no Tesla.
Uno de los mayores atractivos de los coches eléctricos es, además de su suavidad de conducción, lo reducido de sus costes de operación. Al fin y al cabo, a la hora de recargarlo (especialmente en casa) el coste por kilómetro es significativamente menor que en el caso de vehículos con motor térmico.
Por el contrario, uno de sus principales inconvenientes es el tiempo de recarga, especialmente si hablamos de viajes largos, lo que sumado a una red de carga aún deficiente en muchos países y al coste que algunas suministradoras de electricidad han puesto a sus servicios de carga rápida, hacen que muchos conductores aún no se vean preparados para dar el salto a la movilidad 100% eléctrica.
La red de Superchargers de Tesla: una referencia
Muchos aspectos de Tesla son discutibles: cuestiones de diseño, de calidad de construcción o de ergonomía suelen levantar polémica entre algunos sectores de la opinión pública, pero lo que nadie se atreve a negar es que Tesla cuenta con la mejor y más competente red de carga rápida, una clara ventaja competitiva que le ha reportado innumerables ventas.
Si bien hasta el momento la red de Superchargers de Tesla estaba cerrada únicamente a modelos de la marca, Elon Musk, creador y presidente de Tesla, ha insistido en numerosas ocasiones que uno de los propósitos finales de Tesla es el de acelerar la transición hacia una movilidad por carretera sin emisiones contaminantes, una afirmación perfectamente compatible con lo que acaba de ocurrir.
Comienzan a funcionar los primeros Superchargers «libres»
Y es que, de momento en régimen de pruebas piloto, Tesla ha comenzado a operar con un número limitado de puestos de carga rápida «liberados», puestos de carga rápida que cualquier vehículo, sea o no Tesla, puede utilizar para recargar su batería. De momento se trata de una cifra muy modesta de cargadores (10, concretamente) que están ubicados en Países Bajos.
Para poder utilizar los Supercharger de Tesla durante esta prueba piloto deben darse una serie de condiciones:
- Que la estación de carga no esté ocupada en gran medida o totalmente
- Que el conductor que pretenda recargar su coche haya reservado inicialmente un poste de carga
- Que el usuario se haya dado de alta en la aplicación de Tesla
- El vehículo debe contar con toma de carga CCS Combo, sin posibilidad de adaptadores o alargadores
Una vez se hayan cumplido estos requisitos, el usuario podrá conectar su coche y proceder a la carga, recibiendo una potencia máxima similar a la que puede asumir un vehículo Tesla. El coste de utilización es superior para los usuarios «externos» que para los usuarios de la marca, de manera que se tendrán que abonar 0.59€/kW, aunque la marca ofrece un servicio de suscripción mensual con una cuota de 13€ que reduce el coste del kW hasta unos más que razonables 0,24€.